La madrugada del 20 de junio se sacudió con el sonido de un disparo. Justo enfrente del Cesac 35, en la pieza donde vivía, Aydée fue encontrada muerta en su cama, tapada con un acolchado. Su novio había bajado a la casa familiar argumentando que Aydée se había disparado mientras jugaba con un arma. Nadie le creyó. “Yo nunca lo había visto a este chico Sergio, pero las amigas de Aydée contaron que siempre le pegaba. A mi mujer le había dicho alguna vez que vino con moretones que se había caído en el baile”, dice Filimon, papá de la adolescente y de otros tres hijos. La familia llegó a Buenos Aires hace 14 años proveniente de Cochabamba, Bolivia, y aquí se quedaron. “Mi hija era sana y cariñosa. Siempre me llamaba para ver por dónde andaba, era mi guardaespalda”, recuerda Filimon.

 

Sobre aquella madrugada, relata imágenes, momentos sueltos. Que él estaba durmiendo en planta baja. Que subió y la vio en la cama, que le preguntó que le pasaba, que le dijo al muchacho que estaba con ella que no podía ser, que ella no podía haber estado jugando con un arma porque les tenía miedo. Después, recuerda que llevaron a Aydée al Hospital Penna donde le informaron que estaba muerta. “Ahí les dije a los médicos que no lo dejaran ir, que él había matado a mi hija”. Y casi como un ruego, termina: “Quiero que se pudra en la cárcel”.

 

Sergio, quien vive en Lomas de Zamora, fue detenido en el Penna y continúa preso, mientras avanza la investigación. En el barrio, el programa Atajo de la Procuración General enseguida acompañó a la familia en la cuestión judicial. La misma rapidez tuvieron los vecinos y vecinas, y las organizaciones sociales y políticas que una semana después convocaron a una marcha desde Luna e Iriarte hasta el Cesac 35, a metros de donde Aydée fue asesinada.

 

En la manifestación estuvo presente el Padre Toto, párroco de Caacupé, quien señaló: “Es necesario una toma de conciencia y acompañar bien de cerca a aquellas personas que por su situación social o de género son más vulnerables. Debemos defender la dignidad de toda vida humana y en especial de aquellos más indefensos”.

 

- 24 de julio de 2015: Micaela Gaona fue asesinada por su pareja con un tiro en la cabeza. Tenía 20 años, era mamá de un niño y estudiaba en la Media 6 de Barracas. En algunas semanas, se conocerá el veredicto del juicio oral contra el femicida.

- 29 de octubre de 2016: Élida del Valle Barrios, de 39 años, fue asesinada a cuchillazos por su ex pareja a plena luz del día en una plaza del barrio. Tenía dos hijos.

- 29 de diciembre de 2016: Lorena Dávalos, de 22, recibió un disparo en la cabeza de parte de su ex novio.

- 20 de junio de 2017: Aydée Mérida Durán, de 18 años, también recibió un disparo de su novio.