Aguafuertes del puerto

Una exposición que invita a conocer a un Quinquela Martín disitinto en una exploración del mundo portuario entre el imaginario cotidiano y el alegórico, esta vez, en blanco, negro y una enorme gama de grises. La muestra podrá visitarse hasta el 13 de abril en el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA.
Aguafuertes del puerto

Junto con las casi 50 Aguafuertes, algunas intervenidas en lápiz, color y carbonillas, la muestra está constituida por algunas cerámicas y la paleta pintada por el artista.

Más conocido por sus pinturas, Benito Quinquela Martín, retratista del mundo obrero de la Boca, no sólo ha dedicado su mundo representacional a los empastes coloridos del óleo, sino que obtuvo una mirada del barrio un tanto más oscuro y dramático.

Frente a las aguas del riachuelo se expande una faceta no tan conocida del pintor Benito Quinquela Martín. Artífice a través de la técnica de las Aguafuertes
Casi inusual, en lo que atañe a las exposiciones del artista, el Pabellón de Bellas Artes de la UCA presenta una serie vasta de sus Aguafuertes producidas en el período 1939-1948. Como dijo Cecilia Cavanagh, directora del Pabellón, “en los aguafuertes de Quinquela Martín, la variación de los temas aparece resaltada de manera dramática”.

Una serie completa de blancos, negros y grises, cuyos resplandores hacen espejo con el agua, se retuerce en una pelea interna en la que la tensión escénica se ve sobreexpuesta a causa de la falta de color, y produce tensiones de formas, líneas y luces que generan una estética en la que el dramatismo de la vida portuaria se exacerba y logra un claroscuro propio que se acerca al tenebrismo formal.

Quinquela Martín conduce el mismo tópico sobre otro mecanismo de producción artística, en la que no sólo importa el resultado, sino el proceso de realización.

El foco del artista se extendía tanto en el trabajo portuario de principio se siglo XX: el protagonismo de la fuerza manual del trabajo, las cargas y descargas de los barcos, los accidentes, los astilleros, las galeras, las inundaciones en el barrio, el frío a bordo, los incendios; como en su imaginario: procesiones, festividades, la creación de puentes inexistentes y rascacielos, etc.

Benito Quinquela Martín no sólo representaba la realidad que le era propia y lo circundaba, sino el imaginario portuario en ese mundo lleno de brumas y aguas turbias, los sonidos de los barcos y el trabajo febril de los hombres del puerto. La imagen de la mujer entre romántica y fortachona y las alegorías religiosas asimiladas al entorno.

Puede verse en el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA, Alicia Moreau de Justo 1300, hasta el 13 de abril; de martes a domingos de 11 a 20, lunes cerrado.

Fuente: TELAM