incendio en La Boca

En la madrugada de sábado 6 chicos perdieron la vida en el incendio producido en el Banco Italiano ubicado en Suárez y Alte. Browm. Tomado desde hace unos años por alrededor de 15 familias el edificio se convirtio en la trampa mortal para los 6 chicos de una misma familia. 
incendio en La Boca

 

 

 

Por Horacio Spalletti

 

Decenas de llantos, el doble de abrazos y caricias suavizando el alma, la  frase de ocasión del funcionario en transito a un nuevo destino y a esperar que la tragedia active nuevamente el desgarrador sonido de las sirenas de  los cuarteles de bombero del barrio. En el medio va quedando la vida de los más chicos, la vista fija en el recuerdo de sus mayores, la impotencia de todo un barrio y las frías e inexplicables estadísticas.

Del otro lado, ordenando los recuerdos, vienen las imágenes de políticos en campaña visitando los barrios del sur, haciendo fuerza para no taparse la nariz, pero dejando salir la bolsa de verborragia que llevan a cuesta y desparraman a quien quiera y no quiera oir sin importar destino y destinatario.

Repaso y veo a Telerman enfundado en su impecable traje de Jefe de gobierno inaugurando un Centro de Evacuación en Pedro de Mendoza donde el riachuelo se hace boca: “vamos a transformar a La Boca en Recoleta”, decía sonriente, mientras los espectadores ansiosos y deseosos por creer, aunque sea en una mentira que los volara de la triste realidad, aplaudían.

Que aun hoy y desde ese anuncio el lugar permanezca cerrado y no le haya brindado un techo a los recientes quemados de Brown y Suárez es una mancha más a los promocionados y bien vendidos equipos técnicos que nos gobiernan.

También se vuelve actual la imagen del ingeniero jefe subido a una tarima, para no salpicar su lustroso ropaje del barro, abrazado a una chiquita cara sucia en el barrio de Pompeya.

Pero lo que más nos tiene que joder es que la tragedia de La Boca volverá a producirse en cualquier momento, simplemente porque desde el gobierno de la Ciudad se cree que las personas que habitan este tipo de lugares son simples delincuentes y no víctimas de su falta de recursos presupuestarios y humanos.  

Con su desinterés premeditado desde el Estado se colabora para que este tipo de incendios funcionen como desalojos de hecho. En el medio solo quedan las estadísticas de los muertos