El gobierno ausente en la zona de La Boca

El gobierno ausente en la zona de La Boca

 

 

Horacio Spalletti

 

La única verdad es la realidad. Y por más que el gobierno de la Ciudad diga y quiera hacernos creer lo que pregona en cuanto medio de comunicación le preste un espacio sin temor a la repregunta,  el espejo de la calle nos demuestra una imagen absolutamente distorcionada.

El gobierno de Mauricio Macri argumenta que tiene al turismo como prioridad porque genera trabajo y es una fuente de suma importancia económica para las arcas de la Ciudad, sin embargo lo que se le muestra al desprevenido turista, en La Boca en general y en Caminito en particular va a contra pelo de lo expresado. A año y medio de gestión macrista las obras públicas en Vuelta de Rocha, la calle Necoche y la zona de Caminito arrojan el resultado de cero obras.

Es más Sobre la calle Lamadrid al 730 se encuentra un baldío –producto del incendio de un conventillo ocurrido hace no menos de siete años- desde aquel momento a la fecha el lugar sirvió para que se juntara basura. El fondo del mismo da a Caminito y el día martes 14 al mediodía se tuvieron que hacer presentes los bomberos porque se produjo un principio de incendio. Por ende estuvo a punto de incendiarse uno de los conventillos que sirven de “escenario” al tradicional paseo.

El gobierno de la Ciudad nunca intervino para cerrar la entrada al baldío.

Al lado de éste terreno se está levantando una construcción desde hace meses, a simple vista no presenta ningún cartel que identifique su legalidad, a todas luces en cambio, se observa que no guarda ninguna relación con el entorno, histórico y patrimonial que se pretende para la zona.

Los inspectores y por ende el gobierno de la Ciudad no parecen estar enterados y cuando lo hagan será tarde.

Unos meses atrás se veía a distintos funcionarios municipales en operativos contra los motociclistas que no usaran cascos –más allá de la infracción hasta se les retiraba la moto-. El mismo día 14 pero a las 17. 15 primero y a las 18. 20 horas después, dos turistas desprevenidas fueron despojadas, por medio del arrebato, de sus cámaras fotográficas por motociclistas. En los dos casos las motos no tenían patente y por supuesto mucho menos sus ocupantes utilizaban cascos. De más está decir que no había un solo policía y mucho menos un Guardia Urbana, o algún miembro de la UCEP –los patovicas utilizados como fuerza de choque por el gobierno de la Ciudad para realizar los desalojos-.

Por último, y para contraponer discurso político con la cruel realidad de tan solo una cuadra: los dos arrebatos se produjeron también sobre la calle Lamadrid, pero a la altura del 762, a escasos 20 metros de la entrada a Caminito y justo debajo de la cámara de seguridad ubicada en la entrada del concurrido paseo.

La administración macrista aseguro a principio de este mes por intermedio de su ministro de seguridad, Guillermo Montenegro, que instalará 300 nuevas cámaras de que se sumarán a las 200 ya instaladas y que controla –como la de la entrada de Caminito-.