Nuevo incendio en La Boca

Durante la madrugada de hoy, se prendió fuego el conventillo de la calle Olavarría 252 en el que vivían 27 familias. El inmueble, ubicado entre Necochea y Ministro Brin, estaba conformado por tres estructuras de chapa y madera, de 3 pisos cada uno. El fuego habría empezado en el del medio. Si bien no hubo víctimas, las viviendas quedaron en su mayoría destruidas por el fuego y el agua.

Nuevo incendio en La Boca

Durante la madrugada de hoy, se prendió fuego el conventillo de la calle Olavarría 252 en el que vivían 27 familias. El inmueble, ubicado entre Necochea y Ministro Brin, estaba conformado por tres estructuras de chapa y madera, de 3 pisos cada uno. El fuego habría empezado en el del medio. Si bien no hubo víctimas, las viviendas quedaron en su mayoría destruidas por el fuego y el agua.

Según relatan los vecinos, el fuego comenzó pasadas las 3 de la mañana. Los bomberos llegaron rápidamente pero no les fue fácil apagar el fuego porque varias salidas de agua tenían baja presión (algo que se repite en cada incendio en el barrio) y otras estaban tapadas por las obras que la Ciudad está realizando en la calle Necochea. El lugar, como la mayoría de los conventillos de La Boca, no contaba con matafuegos. Su dueño, o al menos quien dice serlo, se llama Claudio Cocuzza y no se hizo presente en el lugar. Esta persona posee muchos conventillos en La Boca, viviendas que nunca mantiene en condiciones habitables y por cuyo alquiler no firma contratos ni otorga recibos legales.

Hasta el momento, más allá de la solidaridad de los vecinos y organizaciones del barrio, sólo se hizo presente el BAP (Programa Buenos Aires Presente dependiente del Ministerio de Desarrollo Social porteño) que les ofreció a las familias paradores donde pasar la noche. Mientras tanto más de treinta niños y sus familias, esperan en la calle y bajo la lluvia una vivienda digna.

Mientras el Gobierno de la Ciudad no invierte en vivienda social para dar respuesta a la profunda crisis habitacional que sufren los habitantes de La Boca, implementa para el barrio el Distrito de las Artes, un mecanismo que beneficia la especulación inmobiliaria. Los incendios y desalojos se volvieron, así, situaciones cotidianas que dejan al alcance del mercado cada vez más terrenos disponibles. A la vez que cientos de familias deben abandonar La Boca, en un proceso de desarraigo que no para.