Necesario pero inconsulto

Artesanos, artistas y trabajadores de Caminito se enteraron, casi por casualidad, que el Gobierno porteño planea poner en valor la zona turística de La Boca. La luz de alerta se encendió sobre dos ejes principales: que las obras dañen el patrimonio y que dejen sin fuente laboral a cientos de familias durante un lapso prolongado de tiempo. Desde la Ciudad dicen que buscarán que sea “amigable y atractivo”. La última restauración fue hace 12 años. Por Juan Manuel Castro

 

 Necesario pero inconsulto

 Los primeros en enterarse fueron los artesanos de Vuelta de Rocha: El gobierno hará obras en la zona turística de La Boca y, como consecuencia, Caminito estará cerrado a los visitantes durante largos meses. Con el rumor en la mano, feriantes, artistas, trabajadores y vecinos llevaron su voz a una reunión convocada por el vice jefe porteño, Diego Santilli, en el Club Bohemios para hablar de temas del barrio. Allí el dato se confirmó. También quedó claro que el plan no incluía la participación de los involucrados. Algo que, rápidamente, comenzó a desarmarse gracias a la organización. El posible daño patrimonial de la “puesta en valor” anunciada por la administración de Larreta y los tiempos que les impediría trabajar, unieron fuerzas y en la siguiente reunión, ya con los responsables del área que llevaría a cabo las obras, ya había un petitorio y muchos reclamos.

 
Luego de doce años de abandono y a tono con el plan sistemático de obras visibles en toda la Ciudad, el gobierno confirmó que va a restaurar Caminito y sus alrededores para que quede “amigable y atractivo”. Lo que para vecinos y comerciantes debería ser una buena noticia, en el presente se vive con incertidumbre porque, denuncian, los trabajos van a modificar “de forma radical” el paisaje del punto más turístico de La Boca.  
 
Beatriz Corvalán, de la Feria de Artes Plásticas Caminito y vecina del barrio, recuerda que “la última restauración del Paseo Caminito se realizó hace doce años, de allí en más ni un solo litro de pintura han derramado en el lugar, hace tiempo que venimos insistiendo a las diferentes autoridades de turno pero hoy llegan con un proyecto cerrado, sin ningún tipo de consulta y eso nos genera mucha incertidumbre”.
 
La “Puesta en valor”, estimada en 37 millones de pesos, la hará el Ministerio de Ambiente y Espacio Público a través de su Dirección General de Regeneración Urbana. Repercutirá sobre Pedro de Mendoza, entre Brown y Rocha, y en el sector de Garibaldi, Brandsen, Iberlucea y Magallanes. La Feria de Artesanos de Vuelta de Rocha, la Feria de Artes Plásticas Caminito y los comerciantes alertan que las veredas y plazas, protegidas por su relevancia patrimonial, van a quedar niveladas.
 
El Ministerio informó que va a ensanchar las veredas en Iberlucea, en el sector gastronómico de Ríos de Filiberto (así está nombrada la calle Juan de Dios Filiberto en sus papeles) hasta la cancha de Boca y en dos cuadras de Pedro de Mendoza; también va a cerrar el acceso vehicular que queda en medio de la Plazoleta de los Suspiros (Iberlucea y Mendoza) para “agrandar su superficie”.
 
“Es un cambio radical. Con la nivelación de la vereda desaparece la Plazoleta de los Suspiros. El gobierno nos mostró fotos de cómo iba a quedar y los vecinos no la reconocimos; menos lo va a hacer un turista”, señala Pablo Canobio, delegado de la Feria de artesanos, y agrega: “El ensanche de veredas les conviene sólo a algunos comercios porque van a poner más mesas y sillas”. Jorge Napoleone, comerciante de la calle Iberlucea, coincide: “Se reunieron con el dueño del bar La Perla y creyeron que estaba todo bien para avanzar con las obras. Ahí quedó claro que él persigue sus intereses que no son los de los vecinos. Mi interés monetario no se afecta con la plaza, pero sí el patrimonio del barrio”.
 
La organización de feriantes, artistas y trabajadores abrió la puerta a una sucesión de reuniones donde los involucrados exigieron que se conforme una Mesa de Trabajo de la que participen también el Ente de Turismo, Espacio Público, Patrimonio, el Consejo Consultivo de la Comuna y la Dirección de Ferias y Mercados. La idea aún no tuvo respuesta oficial.
 
Otro de los ejes que más preocupación trajo a los trabajadores es la fecha en que iniciarán las obras y por cuánto se extenderán. Es que la primera información indicaba que los trabajos comenzarían en diciembre de este año y probablemente terminarían en septiembre. Es decir 9 meses sin ingresos para cientos de familias, que incluyen la temporada alta de las fiestas, las vacaciones de verano y Semana Santa.
 
Desde el Ministerio de Espacio Público, su titular Eduardo Macchiavelli defendió el proyecto: “Va a revitalizar el Distrito de las Artes, mejorar la seguridad, fomentar el turismo y favorecer al espacio público”. La obra, dicen fuentes oficiales, busca ganar 600m2 de espacio público e incorporar 44 árboles. Va a unificar el alumbrado público peatonal, poner luces led, soterrar los cables en Pedro de Mendoza e iluminar su recova. Van a recuperar las fachadas del Museo Quinquela, de Caminito y de la calle Magallanes.
Pero entre las puestas en valor de fachadas, el Gobierno incluyó también espacios privados. El proyecto, que en este caso realiza Espacio Público junto a Turismo, enumera Caminito 1202 (esta dirección no existe como tal); Iberlucea 1282; Magallanes 828; y Pedro de Mendoza 1859, 1863, 1875, 1887 y 1902; todos frentes de bares, galerías y otros comercios de particulares. 
 
En el fondo, los vecinos consultados opinan que estas obras van a homogeneizar la estética de los barrios porteños. “Santilli en el Club Bohemios habló del ‘Dique Cero’ para referirse a Caminito. Lo presentó como una continuación de Puerto Madero. Y Puerto Madero no es La Boca, nuestro barrio tiene más de cien años de historia”, reprocha Pablo.  “No nos interesa ser Puerto Madero; aparte, los turistas vienen a La Boca a buscar lo propio, la identidad; un lugar como Madero hay en todas partes del mundo. No queremos que con la excusa de la modernización pongan cemento liso y dejen todo igual”, cierra Napoleone.