La represión como única respuesta
Bajo el lema “La calle no es un lugar para vivir”, distintas organizaciones sociales vinculadas a la CTEP se concentraron ayer en el Obelisco para realizar ollas populares e instalar una carpa para albergar a personas en situación de calle. Como respuesta, la Policía de la Ciudad reprimió a los manifestantes con gases lacrimógenos y detuvo a dos personas en situación de calle que se habían acercado a pedir comida.
La actividad estaba organizada por Proyecto Siete, el MTE y el Movimiento Popular La Dignidad, todos integrantes de la CTEP, que convocaron a los vecinos y agrupaciones a acercar donaciones. Además estaba previsto el armado de una carpa para 80 personas y la realización de talleres, actividades culturales, y de asistencia para la tramitación de documentos y de pensiones.
Desde temprano la policía montó un desproporcionado operativo de seguridad con cordones de uniformados pertrechados con escudos antimotines. Por la tarde, cuando comenzaron a llegar los colchones y la comida, la policía arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos para impedir que los pudieran descargar. El operativo de la policía impidió la instalación de la carpa refugio en el Obelisco bajo la amenaza de un desalojo total y violento.