Los mensajeros porteños denuncian amenazas policiales

El Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMECA) denunció que viene sufriendo una serie de acosos por parte de efectivos de la Policía Federal en su sede de la capital.
Los mensajeros porteños denuncian amenazas policiales

Integrantes de SIMECA denunciaron hoy que el sindicato vienen sufriendo una serie de acosos por parte de efectivos de la Policía Federal en la sede que el gremio que reúne a los mensajeros tiene en la Capital Federal. Según voceros del sindicato, las presiones policiales se intensificaron desde el 22 de septiembre cuando marcharon luego del horario de trabajo a la sede de la cartera laboral para exigir la regularización de la actividad, aumento del porcentaje percibido y la legalización del gremio.

Según cálculos del SIMECA sólo en Capital Federal y Gran Buenos Aires trabajan cerca de 60 mil mensajeros que cumplen una jornada laboral de 12 horas de lunes a viernes y perciben el 50 por ciento del total facturado por los viajes efectuados, menos los costos operativos que corren por cuenta del trabajador.

La masa crítica de mensajeros tiene entre 18 y 35 años y cuentan con diferentes escalas de ingreso económico en caso de trabajar con bicicleta o moto. En el caso de los que trabajan pedaleando el ingreso mensual llega a los 400 o 450 pesos y entre los que viajan motorizados la facturación mensual es de 800 y mil pesos. Sin embargo todos deben correr por su cuenta con los gastos de combustible, peajes, repuestos, indumentaria para la lluvia y hasta el uniforme de la empresa que los contrata.

La gran mayoría trabaja sin salario fijo y el nivel de facturación depende de los viajes realizados, lo que relaciona mortalmente a la velocidad con la suma acumulada al final del día. Hasta ahora no han podido precisar la cantidad de accidentes que sufren al año, ya que la mayoría de los siniestros son registrados como automovilísticos y no como accidentes de trabajo.

Detenciones y procesamientos
La movilización del 22 de septiembre llegó a las puertas del Ministerio de Trabajo para reclamar medidas que cambiaran las duras condiciones de trabajo de los mensajeros y cadetes, popularmente conocidos como "motoqueros". Los recibió el subsecretario de Relaciones Laborales Guillermo Alonso Navone, quien escuchó el reclamo de regularización de la actividad, blanqueo con pago de aportes, aumento del porcentaje percibido al 80 por ciento en vista de los costos asumidos y poder discutir
condiciones laborales con las cámaras que agrupan a las empresas de
mensajería. Según confiaron los voceros del SIMECA, Navone se mostró abierto a los reclamos y propuso inspecciones conjuntas de la policía del trabajo junto al sindicato para reempadronar a las empresas y verificar cuántos mensajeros trabajan en relación de dependencia. “Al gremio le pareció una buena propuesta porque les significaba una
manera de ingresar a las empresas y comprobar las irregularidades cometidas", dijeron.

Así fue que tres semanas después de la audiencia, una comisión de inspección conjunta se presentó el 15 de octubre en la empresa Trans Cycle. Según SIMECA, luego del relevamiento, cuando los inspectores del ministerio ya se habían retirado, "el dueño de la agencia se enojó mucho, amenazó a los 5 integrantes sindicales de la comisión y comenzó a gritar a los empleados y a ordenarles que no hablaran con nosotros." El empresario le pidió al sindicato que se retirara y ordenó que llamaran a la policía. Los refuerzos no se hicieron esperar y luego de trasladarlos a la comisaría para que declararan por una presunta causa
civil por "amenaza recíproca", terminaron detenidos bajo una causa penal por "amenaza coactiva y violación de domicilio".

Luego de ser liberados, los integrantes gremiales de la inspección continuaron trabajando y ya llevan 20 empresas relevadas, pero continúan procesados penalmente por verificar las condiciones laborales de sus compañeros.

Los aprietes
Las detenciones no fueron más que el principio de una serie de acosos que aún no han concluido. El lunes 8 unos 15 efectivos con uniforme de infantería de la Policía Federal trataron de ingresar a los empujones a la sede sindical ubicada en Venezuela 1225. Los policías dieron con el lugar luego de que siguieran a 4 integrantes del sindicato que volvían de repartir volantes gremiales a sus colegas. En el móvil 607, patente EDY 580, se trasladaron los policías comandados por el sargento Mamani y el cabo Silvestre que luego de llegar les dijeron: "Ustedes saben bien por qué estamos haciendo esto". Según el sindicato, los policías "sin mediar palabra intentaron ingresar al local diciendo que dos de los jóvenes habían cruzado un semáforo en rojo."

El abogado miembro de la Liga Argentina por los Derechos Humanos Héctor Trajtemberg, radicó una denuncia en los Tribunales Federales por abuso de autoridad, donde el SIMECA agrega que tres días antes los policías ya habían intentado ingresar a la fuerza con el pretexto de obligarles correr las motos de los trabajadores del sindicato "porque obstruyen el tránsito".

Informe: AnRed