La Alameda: una lucha con final feliz

El jueves pasado la legislatura porteña aprobó la ocupación temporaria del predio donde funciona la cooperativa La Alameda.
La Alameda: una lucha con final feliz

Finalmente, la Legislatura declaró de utilidad pública y sujeto a ocupación temporaria por dos años al predio ubicado en Lacarra 720/728, en el barrio de Parque Avellaneda donde funcionaba el bar La Alameda.

La medida que, fue aprobada en sesión extraordinaria con 23 votos a favor y 19 en contra, cede el inmueble en comodato a la cooperativa 20 de Diciembre que desde el año 2002 lo utiliza para realizar actividades productivas, comunitarias y culturales.

Verónica Gómez, presidenta del bloque Socialista destacó la sanción como: " un reconocimiento a la labor que La Alameda vino desarrollando contra la discriminación y la explotación de trabajadores inmigrantes por parte de inescrupulosos talleristas que trabajan a favor de grandes marcas de indumentaria”.

El reclamo por la expropiación del inmueble tiene ya unos cuantos años, por eso los integrantes de la Cooperativa ven con esperanza esta medida que puede ser el puntapié inicial para quedarse, en forma definitiva, con el inmueble.

El edificio que se encontraba cerrado, fue recuperado por un grupo de organizaciones sociales en 2002, en plena crisis económica y social. Actualmente, funciona un comedor comunitario al que asisten diariamente más de un centenar de vecinos; sostiene siete emprendimientos productivos en los que trabajan 40 personas. La cooperativa también colaboradora con el programa Patria Grande de la Dirección de Migraciones, por medio del cual, 4500 migrantes tramitaron su residencia precaria. Además, el predio sirve de sede a la Unión de Costureros, entidad que protege a los costureros bolivianos que son explotados en los talleres clandestinos al servicio de las grandes marcas.

En 2004 el pedido de la cooperativa logró el aval de la Legislatura pero Aníbal Ibarra vetó la medida en julio del mismo año. El último avance fue el año pasado, cuando los legisladores se comprometieron a tratar el proyecto, elaborado por el legislador Fernando Melillo, pero finalmente se postergó ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre el destino del edificio.

“Este proyecto fue vetado por Ibarra (Aníbal), pero eso no me detuvo seguir insistiendo en algo que es justo. Lo seguí desde el Ari y lo mismo hice desde Convergencia”. “Me pone contento porque demuestra una votación progresista y transversal en la Legislatura”, concluyó el legislador de Convergencia, ahora ligado al kirchnerismo.

La medida descansa en la necesidad de satisfacer varios intereses: “Los de los miembros de la cooperativa de poder realizar sus actividades y los de los vecinos, de saber que las situaciones son temporarias y que se desarrollarán bajo la tutela y la supervisión del Estado”. Este punto quedó plasmado en el artículo 4 del proyecto “donde se establece que será el Poder Ejecutivo el que buscará una solución definitiva que garantice la viabilidad y sustentabilidad de los proyectos emprendidos por la cooperativa 20 de Diciembre”.