Peligra la continuidad de uno de los símbolos de la lucha de miles de trabajadores por la recuperación de fábricas autogestionadas. La noche del martes 15 de abril, la policía desalojó a los trabajadores quienes denunciaron que la maniobra incubre negociados inmobiliarios del gobierno.

El jueves 17, trabajadores, estudiantes, profesores y vecinos que se manifestaron en la puerta de la fábrica para impeder el cierra fueron reprimidos y 24 de ellos, detenidos. IMPA es la primera fábrica recuperada y administrada por los trabajadores.  Desde hace años se encuentra abierta a la comunidad, en sus instalaciones funciona un bachillerato, un centro cultural, una sala de primeros auxilios.

Desde 1998 hay presiones económicas, judiciales, políticas y acciones policiales como parte de una política de Estado que deja al margen a todos los trabajadores de empresas recuperadas, que hace años vienen sosteniendo su fuente de trabajo bajo una política de  solidaridad.

La situación que hoy atraviesa IMPA se transformó en síntoma para la mayoría de las empresas recuperadas que luego de más de seis años de lucha viven en la precariedad ante la falta de una ley nacional de expropiación y de financiamiento para la producción.