Recuperar la historia, para no olvidar

En el marco del Día Nacional del Derecho a la Identidad, el nieto restituido Pablo Casariego Tato visitó la Escuela N° 10 de La Boca donde los alumnos de 4° y 5° grado lo entrevistaron en su radio. Por Lucrecia Riamundi

Recuperar la historia, para no olvidar

Las biografías de muchos niños que asisten a la Escuela N°10 de La Boca están marcadas por la ausencia de madres o padres, las migraciones y los abandonos. Estas historias son una constante en la vida de los chicos, quienes -con ellas a cuesta- logran aprender jugando a través de diferentes ideas de sus maestros. Una de estas iniciativas cobró vida hace unos días cuando en la radio “La voz de la 10”, los alumnos de 4° y 5° grado entrevistaron al nieto restituido Pablo Casariego Tato en una emisión especial por el Día Nacional del Derecho a la Identidad. Así, ante un micrófono instalado en el patio de la escuela, conversaron sobre la importancia de saber a qué familia biológica pertenecemos y de aprender la historia de nuestro país para no olvidar.

 
“Nos gusta hacer la radio porque nos sirve para investigar, reflexionar y aprender divirtiéndonos. Esta vez estuvimos investigando sobre la última dictadura militar. Estudiamos sobre la historia de las Abuelas, las desapariciones, los secuestros, la identidad de los nietos y sobre la vida de Pablo Casariego, nuestro invitado de hoy”, explicaron los alumnos de Pablo Rodríguez, el maestro que pensó en la radio como una buena herramienta de aprendizaje y comunicación.
 
Pablo Casariego relató el secuestro de sus padres, la huída de sus apropiadores con él a Paraguay y cómo descubrió allí, a los 10 años, que su familia era otra. “Cuando me encontré con mi familia biológica descubrí que la identidad es reconocerse en el otro, mirarle las manos, los gestos, la forma de hablar, de caminar a ver si se parece y construir la identidad más allá de lo que diga el documento”, invitó a pensar.
 
Al igual que otros nietos que forman parte de la nueva generación de Abuelas de Plaza de Mayo, Pablo visita las escuelas para charlar y tratar de contar las cosas malas y difíciles que le han sucedido a los hijos de desaparecidos. El objetivo: dejar un mensaje que a los chicos, constructores del futuro, les pueda servir para conocer los derechos y que nunca más haya identidades robadas. “Los chicos no son culpables de las decisiones de los grandes, no hay que crecer y formarse con culpas de nada. Ustedes chicos están para exigir y no para dar”, aclaró Pablo sentado junto a Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoria que ofició de facilitador de este encuentro que se realizó en un mes especial, el de las Abuelas y su lucha.
 
La directora de la 10, Isabel Espósito, observó la entrevista desde abajo del escenario. Después, destacó que “cuando los hechos del pasado los cuentan sus protagonistas y no sólo la foto de un libro, hace que los chicos sean capaces de reflexionar sobre su propia historia”.
 
Las locutoras-alumnas y Pablo conversaron casi dos horas, recordando una triste historia en un clima cálido y distendido. La audiencia infantil, curiosa y en búsqueda de acercarse a lo más íntimo del entrevistado, preguntó: “¿Te hubiese gustado conocer de chiquito a tus papás? Me hubiera gustado que aparecieran y conocerlos. ¿Alguna vez te imaginaste si no hubiera pasado esto? Sí, me imaginé muchas veces el abrazo de mi mamá. También soñé con mi papá y fue muy lindo”.
 
La identidad es un derecho, y los derechos hay que cuidarlos y defenderlos, y en nosotros genera la obligación de estar atentos para denunciar cuando los derechos no son respetados”, cerró.