La Ciudad volverá a quemar basura

Con 36 votos a favor se aprobó el proyecto impulsada por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para modificar la Ley de Basura Cero y permitir la incineración de residuos en la Ciudad. La medida afectará a unas 20 mil personas que trabajan en el reciclaje e implica un fuerte retroceso en materia ambiental.

La Ciudad volverá a quemar basura

La sanción, que se consiguió con los 34 votos del bloque oficial y los apoyos de Sergio Abrevaya (GEN) y Marcelo Depierro, ex aliado de Graciela Ocaña.  En el recinto se hicieron presentes organizaciones de cartoneros y ambientalistas, quienes abuchearon a los legisladores que apoyaban la medida y tuvieron un fuerte cruce con la presidenta de la comisión de Medio Ambiente, Mercedes de las Casas. 

 
Al comenzar la sesión, De las Casas presentó el proyecto y aseguró: "Las plantas funcionan en París, no veo por qué no pueden funcionar acá. En Dinamarca la Reina tiene una planta en frente de su castillo". Y agregó: "A los cartoneros les dimos la dignidad y las herramientas de trabajo".
 
La legisladora del FIT Myriam Bregman salió rápido al crucé y aclaró que "la dignidad se la ganan en la calles. Ustedes no les dieron nada". De las Casas indicó también que la incineración "no va a perjudicar a los cartoneros. Va a generar más trabajo", a lo que Bregman retrucó: "Quemar basura mata, enferma, contamina el aire. Es un negocio. Hace peligrar el puesto de trabajo de 6 mil personas".
 
La Legisladora porteña y presidente del bloque SUMA+, Inés Gorbea, quien presidió la comisión de Ambiente hasta el 2017, explicó el voto negativo del espacio que representa a Martín Lousteau: "La Legislatura de la Ciudad aprobó la modificación propuesta por el Poder Ejecutivo de La Ley de Basura Cero que había sido votada hace más de 10 años y había colocado a la Ciudad a la vanguardia en materia de gestión de residuos (...) La modificación aprobada por el PRO tuerce ese rumbo y significa un retroceso perjudicial para el ambiente y la salud de los porteños. Entendemos la necesidad de transformar la manera en la que gestionamos los residuos pero la utilización masiva de la termovalorización es lo opuesto". 
 
Más allá de los encendidos discursos, el clima terminó de caldearse al momento de la votación. Se dispuso la votación por artículos, tras la lectura por parte de De las Casas. Legisladores del FIT reclamaron una vuelta a comisión, porque "nadie entiende qué se está votando", pero el oficialismo tenía los votos para seguir con el tratamiento.
 
Tras la aprobación, los representantes de cartoneros y recicladores gritaron "¡asesinos!" a los diputados que votaron a favor, mientras sonaba la marcha fúnebre y activistas de Greenpeace alzaban carteles y banderas con la consigna "Quemar basura mata". Hasta hubo una corona de flores, sentenciando la muerte de la Ley de Basura Cero, que terminó arrojada sobre el estrado presidido por Diego Santilli. 
 
A su turno, Mariano Recalde, de Unidad Ciudadana hizo referencia al escándalo desatado por  la revelación de documentos oficiales que reflejan manipulación de información y presiones a periodistas y ambientalistas para incidir en su postura sobre la incineración de basura. "Nos enteramos ayer lo que es el basuragate. Una campaña de desinformación, compra de voluntades, utilización de la pauta para intentar comprar a voluntades y generar un clima de apoyo a esta ley que no han logrado".
 
"Votaron una ley de espaldas a la sociedad, sin debate previo, sin escuchar a los recicladores y recicladoras urbanas, sin escuchar a ambientalistas, pero con la prepotencia que los caracteriza. El interés está puesto en el negocio: quemar basura resulta carísimo. Con la extensión de las metas de reducción de basura, el Gobierno asume el enorme fracaso de la Ley de Basura Cero. La hicieron fracasar para poder aplicar esta técnica que pone en riesgo a más de 6 mil puestos de trabajo", expresó por su parte la legisladora Victoria Montenegro,  de Unidad Ciudadana y miembro de la Comisión de Ambiente.
 
También Gabriel Solano, del FIT, dijo a este medio que se trató de una "sesión ilegal", ya que los temas ambientales requieren doble lectura y mayorías especiales, "requisitos que no se cumplieron". Además, remarcó que la sesión "terminó en un escándalo, con una votación final donde nadie sabe qué se votó, la versión final se va a cerrar después de aprobada y dará lugar a manipulaciones".
 
Fuente: Nueva Ciudad