Basta de Demoler logró frenar la construcción del edificio Astor en San Telmo

La Justicia dictó un amparo para frenar la construcción del desproporcionado edificio en el predio ubicado entre las calles Bolívar, Perú y Avenida Caseros. y cuestionó la legalidad de las autorizaciones y permisos otorgados por la Legislatura a la empresa TGLT para un proyecto que viola el Código de Planeamiento Urbano en pleno Casco Histórico porteño. 

 
Basta de Demoler logró frenar la construcción del edificio Astor en San Telmo

El Dr. Pablo César Mantaras, titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 3, dio curso a una medida  cautelar por la que se suspenden la construcción del edificio denominado “Astor San Telmo”.

El amparo fue impulsado por la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege y la Asociación Civil Basta De Demoler con el asesoramiento jurídico y patrocinio del Observatorio del Derecho a la Ciudad.

En la demanda se cuestionó la legalidad de las autorizaciones y permisos otorgados a la empresa TGLT para la construcción del Astor San Telmo. El Gobierno porteño autorizó a construir un edificio de 29,3 m de altura que superan los 13 autorizados en un sector y los 22 permitidos en otro.
 
El amparo acusa a los especuladores y los funcionarios que autorizaron el elefante blanco de infringir las alturas permitidas, diseñar retiros no autorizados sobre Caseros y Bolívar, violar el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental especial para un edificio tan grandote y de violar los Derechos Culturales de la Ciudadanía por no respetar las normas del Distrito APH1.
 
El presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, declaró que “en la Ciudad existe una práctica sistemática por parte de la Dirección General de Interpretación Urbanística para autorizar emprendimientos inmobiliarios violando el Código de Planeamiento Urbano de la ciudad con el único objetivo de permitir una mayor capacidad constructiva en los inmuebles y ganancias para los desarrolladores inmobiliarios sin considerar los derechos ambientales y culturales de los porteños. El caso del Astor San Telmo es un ejemplo más”.
 
Fuente: Página 12 y Diario Z