En segundo plano

El sistema de salud porteño está abocado a contener el coronavirus. Mientras tanto, se registra el peor brote de dengue desde 2016. Los barrios del sur, los más castigados.
Por Juan Manuel Castro

En segundo plano

Fiebre de 40 grados, vómitos, ronchas en la piel. Incluso dificultad para respirar o sangre en la nariz y la boca. Estos síntomas, en distinta gravedad, tienen casi 2.000 vecinos porteños que contrajeron dengue desde el comienzo del año, en medio del peor brote capitalino del último lustro y el más grave en la historia de América Latina. Pese a su gravedad, que golpea sobre todo a barrios del sur, la atención a este brote queda en segundo plano ante la contención de la pandemia mundial de coronavirus.
 
Al cierre de esta edición, desde el 1 de enero al 21 de marzo, se registraban 1833 casos de dengue confirmados en toda la ciudad (de 3760 notificados), según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud porteño. La Comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios, Pompeya) concentra 339 casos y está entre las tres comunas con más contagiados, junto a la Comuna 8 (357) y la 7 (392). Pero la 4 está primera en la lista del serotipo DEN 4, uno de los más graves.
 
De los casos porteños, 1576 no tienen antecedente de viaje. Implica que el 86% de las personas se contagió en su barrio. La Fundación Temas, una organización de trabajo territorial en la Villa 21-24 de Barracas, analiza: “Las personas se contagiaron porque fueron picadas por un mosquito que se infectó de otra persona a no más de 100 metros del lugar”.
 
El dengue se transmite por los mosquitos hembra de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus, cuyos huevos anidan en recipientes o huecos domiciliarios con agua estancada. El contagio se produce cuando las hembras infectadas pican a los seres humanos, expone la Organización Mundial de la Salud (OMS). No hay contagios entre personas.
 
Los gráficos del Boletín Epidemiológico muestran una baja en los casos durante la última semana registrada (del 15 al 21 de marzo), pese a que la curva se encamina a un pico, a la par de lo ocurrido en el brote de 2016, el más grave en la historia reciente local. Pero fuentes oficiales advierten: “Dada la situación epidemiológica actual en relación con la pandemia de coronavirus, el descenso en la notificación puede deberse a diferentes situaciones relacionadas con la captación de casos por parte de los servicios de salud”. Desde Temas coinciden: “Registramos un montón de febriles. Puede pasar que en este contexto por el coronavirus la gente se acerque menos a las salitas (CeSAC) y las guardias, y el número esté subvalorado”.
 
En todo el país, para el mismo periodo, se cuentan 2.942 casos confirmados y probables, con seis fallecidos (ninguno en la Ciudad de Buenos Aires), según el Sistema Nacional de Vigilancia de Salud. El 2019 culminó con un pico histórico de dengue en Latinoamérica y el año inició con indicadores también altos.
 
Un mosquito que expone desigualdades
Históricamente, al dengue se lo asoció a la pobreza y marginalidad. En el contexto actual, de forma involuntaria se lo antagoniza con el coronavirus, donde al menos el 50% de los pacientes se contagió durante viajes al exterior.
 
El informe de Temas analiza: “En los mapas pueden observarse la correlación geográfica entre la concentración de los casos confirmados de dengue sin antecedente de viaje y la ubicación de las villas de la Ciudad. Esta es una clara evidencia de que las condiciones materiales de vida de las villas representan un alto riesgo, ya que generan las condiciones óptimas para la proliferación del dengue”.
Para graficarlo a nivel local: de los 1833 contagiados, el 16% reside en Barracas, el segundo barrio más afectado de la Ciudad de Buenos Aires. Hubo 293 casos, de los cuales 240 están registrados en la Villa 21-24, con 61 confirmaciones solo en la última semana, según datos del Hospital Penna.
 
De hecho, a fines de enero el Gobierno porteño inició la campaña de descacharreo (remoción de artefactos que puedan acumular agua) para evitar el dengue en la 21-24, con la presencia del jefe de Gabinete de Ministros, Felipe Miguel, y el ministro de Salud, Fernán Quiros, ahora avocado íntegramente a contener la pandemia.
 
Más allá del prejuicio, los casos de dengue ocurren por condiciones de infraestructura deficiente. Paz Ochoteco es ambientalista y referente de Fundación Temas. Ante este medio expuso: “Seguimos creyendo que se necesitan decisiones y articulaciones interministeriales y la asignación de recursos que puedan frenar. Se debe resolver la problemática de base, que tiene que ver con las condiciones de hábitat y vivienda en el que se desarrolla la vida de los barrios. Si eso no se resuelve, lo único que tenemos es la posibilidad de pelear al vector y bajar la cantidad de mosquitos para bajar la cantidad de personas infectadas”.
 
Espirales y paciencia
Detrás de los números, están las personas y sus padecimientos. En medio de síntomas dolorosos, los pacientes acuden a hospitales que en este momento están abocados a tratar casos vinculados a la pandemia de coronavirus. Así se desprende de varios testimonios a este medio.
 
Vanesa es vecina de La Boca, vive en Almirante Brown y Pedro de Mendoza, frente al Riachuelo, junto a sus hijos de siete, cinco y un año. Los tres se contagiaron dengue. El más grande tuvo el tipo más grave (DEN4), que incluyó fiebres de 39 grados, dolor de cabeza y de cuerpo, sarpullido y hemorragias en la boca. Los síntomas empezaron el 12 de febrero y recién 5 días después confirmaron el contagio desde el Garrahan. Desde entonces le sacaron sangre a diario para seguir con los chequeos. El 20 de marzo tenía turno para el último, pero por la situación del coronavirus se lo cancelaron y ya no volvió al hospital.
 
El 10 de marzo, casi un mes después que su hermano mayor, los dos niños más chiquitos comenzaron con síntomas similares. En el Argerich le confirmaron que era dengue pero los análisis de sangre también se frenaron con la pandemia.
 
Los médicos le dijeron a Vanesa que usen repelente y tabletas para ahuyentar los mosquitos. “Es que igual no se puede medicar, para el dengue solo te mandan paracetamol y todos los días con espiral en la pieza”, lamenta.
 
Mariel vive a 12 cuadras de la casa de Vanesa. Es un PH en La Boca, frente a los edificios de Catalinas. Cuando su hijo, de 15 años, tuvo 38 grados de temperatura, llamó a su obra social. Les dijeron que tardaban 24 horas en ir. “Así que me comuniqué con el 107 (línea habilitada por la pandemia) y les describí el cuadro y visto que no aplicaba a ser cuadro sospechoso de coronavirus, me dijeron que podía ser dengue o cuadro intestinal”. Mariel y su hijo decidieron ir caminando hasta el Hospital Argerich, donde le hicieron estudios y confirmaron que era dengue, aunque solo recomendaron que use repelente y que prenda tabletas contra los mosquitos.
 
“Estuvo cuatro días y noches con alta fiebre, dolor de cabeza y de cuerpo, y en su caso un sarpullido en la zona del cuello. Los análisis que le hicieron el viernes y sábado indicaban una baja de plaquetas y hematocritos por haber tenido sangrado de encías”, expone la madre, quien se enteró que una vecina del mismo edificio se había contagiado días antes que su hijo.
 
Diferencias Norte-Sur
Junto a Barracas, Villa Lugano también tiene el 16% de los casos de dengue. El barrio más afectado es Flores, con el 21%. Otros barrios críticos de la zona sur son Villa Soldati (3%), Parque Avellaneda (1%). En la franja media de la Ciudad están Floresta (3%), Villa Del Parque (2%), Monte Castro (1%). El único barrio del corredor norte alcanzado es Villa Urquiza, con el 4% de los casos.
 
La Fundación Temas alerta que la distribución del dengue, polariza: “Es desigual y está concentrada mayoritariamente en las Comunas 4 (La Boca, Barracas, Nueva Pompeya, Parque Patricios), 7 (Flores, Parque Chacabuco) y 8 (Villa Lugano, Villa Soldati, Villa Riachuelo). No es casual que estas Comunas coincidan con los sectores de la Ciudad habitados por las poblaciones de menores ingresos, con condiciones habitacionales precarias y un deficitario saneamiento básico”.
 
El Boletín Epidemiológico porteño brinda las tasas de contagios de dengue cada 100.000 habitantes. La más alta es la de la Comuna 7 con 162, le siguen las Comunas 8 con 155,9 y la Comuna 4 con 141. En cambio, en el corredor norte figuran las tasas más bajas: Comuna 2 (tasa de 4,7), Comuna 13 (5,5), Comuna 14 (6,2). La diferencia expone que más allá del contexto en el país y la región, en la Ciudad de Buenos Aires los contagios de dengue están asociados a las condiciones urbanísticas y sociales