Desiguales

Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos volvió a mostrar la diferencia socioeconómica que existe entre les habitantes del norte y del sur porteño. La pandemia profundizó la inequidad. Uno de cada tres de los hogares de las comunas del borde sur, tienen ingresos inferiores a los que se precisan para cubrir los gastos de la canasta básica.

Desiguales

En la Ciudad de Buenos Aires viven tres millones de personas. Sin embargo, el hecho de compartir unidad geográfica no implica ni por asomo que sus condiciones de vida sean semejantes. El territorio porteño tiene una desigualdad histórica, con los barrios del sur del norte como polos bien marcados. Pero si algo le faltaba a esa situación fue la llegada de la pandemia, que hizo acrecentar las diferencias socioeconómicas.

Los datos surgen del último informe del Centro de Estudios Metropolitanos “Las desigualdades de la Ciudad de Buenos Aires". En líneas generales, el trabajo presenta distintos ítems en los que se puede verificar que hay dos patrones opuestos en los que las condiciones económicas, sanitarias, educativas y sociales son muy distintas. Por un lado, los varones, adultos, y de zona norte, y por el otro, las mujeres, jóvenes y de zona sur. Si bien parte de los datos contemplan las consecuencias de la pandemia, otros son previos a la llegada del coronavirus. Ambos, de todos modos, tienen un factor común: en el período actual y en 2019, la desigualdad se mantuvo en los 0,44 del coeficiente de Gini.

La cuestión de la pobreza es una de las que más expresan estas diferencias. Uno de cada tres de los hogares de la zona sureña, donde están La Boca y Barracas, tienen ingresos inferiores a los que se precisan, según las estadísticas, para alcanzar los gastos de la canasta básica (unos $63.289 para julio). Por esto, están en situación de pobreza. La cifra es más grande aún si se tiene en cuenta solo a aquellas viviendas en las que viven niños o niñas de hasta 14 años, donde crece al 36%.

Peor pasa a ser el asunto si se analizan los extremos de ambos casos, donde la distancia entre los ingresos de ambos es cada vez mayor. Para 2015, los hogares de Recoleta, Belgrano y Palermo, entre otros barrios de zona norte, contaban con entradas de dinero 1,50 veces mayores que los del sur. En tanto, en este 2021 este índice se elevó a 1,56. 

Por la misma situación de deficiencia estructural, el sur es la zona más castigada por la indigencia: alcanza al 13,3 por ciento de los hogares. Esto implica no solo una cantidad de un poco menos del doble del porcentaje porteño promedio (7,7%), sino que también es más alta que la que muestran los Partidos del Gran Buenos Aires. Así, los 800 mil habitantes de los barrios sureños del distrito más rico del país viven en condiciones más complejas incluso que, en promedio, los que pueblan el área con los peores índices socioeconómicos de la Argentina.

La falta del empleo, una de las causas que dejan a los habitantes del sur en esta situación, posiciona a esta zona como la peor de Buenos Aires. Está desempleado el 14% de su población, cuando en el norte son menos del 10%. En peores condiciones todavía están las y los jóvenes de estos barrios, donde 1 de cada 4 no encuentra trabajo pese a desearlo.

Salud y Educación

Por fuera del bolsillo y el acceso a la canasta alimentaria, tampoco es mejor el asunto. La población del sur tiene dificultades en el acceso completo a la salud, a pesar de que no abundan los hospitales o Centros de Salud Comunitarios. Un 32% de ellos únicamente posee el sistema público, casi el doble del promedio de la Ciudad. Los niños y jóvenes se ven principalmente perjudicados, ya que allí la exclusividad (no deseada) hacia la oferta sanitaria estatal se sitúa en el 42%.

Una de las consecuencias de este déficit en la atención sanitaria tiene su correlato en uno de los dramas que golpea a los más pobres: la mortalidad infantil. Esta tasa presentó un aumento en toda la Ciudad en 2019, pero encuentra en la Comuna 4 los peores índices de todas las jurisdicciones en las que se divide el territorio porteño.

En La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya, la tasa de mortalidad infantil llega al 9,8 según el CEM, por encima de las comunas 7, 1, 12, 5 y todas las demás. 

La falta de educación, uno de los dramas invisibles que deja la pobreza, se hace presente en el sur. En las 4 comunas comprendidas en esta categoría, el 21% de los menores de 25 años no terminaron el secundario, cuando en el norte el porcentaje no supera los 10 puntos. Pero la Comuna 4 vuelve, nuevamente, a ser una de las dos que peores condiciones presentan de todas, ya que el índice trepa allí al 41,3% de esa población, solo superada por la 8.

Con problemáticas multidenunciadas por quienes viven allí, con causas repetidamente abordadas en artículos y presentaciones, pero sin grandes cambios estructurales que permitan modificar las condiciones de vida, el virus no hizo más que incrementar dramas de la Buenos Aires olvidada y exponer que compartir una metrópoli está lejos de vivir igual, aunque pocas cuadras separen una realidad de otra.