Amplio rechazo al proyecto de IRSA en la Costanera Sur

Finalizó ayer la última jornada de la audiencia pública en la que participaron 835 personas que expusieron su posición sobre la construcción del Complejo Costa Urbana impulsado por el Gobierno de la Ciudad en la zona del humedal costero. Sólo 14 oradores apoyaron la iniciativa frente al masivo rechazo en defensa del medio ambiente.

Amplio rechazo al proyecto de IRSA en la Costanera Sur

La audiencia pública convocada por la Legislatura porteña comenzó el 15 de octubre y se prolongó durante 14 jornadas, donde habitantes de la Ciudad pudieron dar a conocer su opinión sobre los pros y contras del mega proyecto inmobiliario que la empresa IRSA con el apoyo del Gobierno porteño quiere construir en los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca.

De los 835 oradores que participaron de la Audiencia, 821 rechazaron las llamadas "torres de lujo". Los principales argumentos que los vecinos y referentes expusieron para rechazar el emprendimiento inmobiliario fueron su "impacto ambiental negativo" y su contribución a "profundizar la crisis habitacional" en la ciudad.

Desde las organizaciones ambientalistas, advirtieron que el barrio de IRSA afectará a la Reserva Ecológica, un humedal protegido por normas internacionales, ya que es uno de los sitios de la Convención Ramsar, un tratado intergubernamental establecido por la ONU para preservar estos ecosistemas.

"Los humedales, en su estado natural, cumplen funciones de vital importancia para el medio ambiente y la salud que son imposibles o costosas de reemplazar", explicó Graciela Falivene, investigadora y docente de la Universidad de Concepción del Uruguay.

Por otro lado, los vecinos advirtieron que "Costa Urbana" contribuirá a encarecer el valor de la vivienda en la ciudad, ya que, por su cercanía con Puerto Madero, se proyecta como un barrio de lujo.

"Este tipo de proyectos encarecen las tierras, profundizando la crisis habitacional, porque con viviendas más caras, los alquileres son más caros y el resultado es la gentrificación", afirmó Fernanda Freijomil.

El convenio urbanístico firmado entre IRSA y el Gobierno de la Ciudad contempla que, a cambio de la autorización para construir edificios de hasta 45 pisos, en un predio habilitado actualmente solo para equipamiento deportivo, la empresa cederá una parte del terreno como espacio público y se encargará de su mantenimiento por 10 años.

Respecto a este punto, varios de los vecinos y vecinas que intervinieron en la audiencia mencionaron que, según la Constitución de la Ciudad, la ribera porteña del Río de la Plata debe ser "pública y de acceso irrestricto", además de que obliga al Estado local a "preservar e incrementar" los espacios verdes costeros.

Fuente: Télam