El Gobierno porteño decidió demoler el edificio de la Escuela Taller del Casco Histórico para avanzar con la etapa 2 del Metrobús del Bajo. En diciembre de 2019, la jueza Romina Tesone, titular del juzgado contencioso N°1, había frenado la demolición “hasta tanto se encuentre efectivamente disponible otra sede para ser utilizada a tales fines o se dicte sentencia de fondo”. Sin embargo, un cartel amarillo anuncia, desde principios de agosto, la “demolición total en un plazo de 120 días” de la esquina de Paseo Colón y Brasil. La jueza levantó la medida cautelar luego de que el Gobierno dispuso la mudanza de la escuela a un edificio ubicado en Alsina 963.

El amparo que había logrado frenar la demolición fue presentado por el Observatorio por el Derecho a la Ciudad que acompañó a la comunidad educativa. “Cuando lo presentamos fue para garantizar que el colegio no se cerrara definitivamente y, ante todo, esté en el casco histórico de la ciudad, en la comuna 1 y en buenas condiciones. Hasta que no se termine este edificio, no debería demolerse. No se lograba la habilitación y por eso se atrasó. Detrás de eso, está la intención de demoler para vender las tierras y hacer un edificio privado. No hay razón para hacer el metrobús. Es la excusa formal para luego habilitar esa venta, porque es terreno público”, considera Jonatan Baldiviezo, abogado y referente del Observatorio.

A raíz de esta medida judicial, no sólo se evitó que la escuela no desapareciera y se traslade a su actual locación, sino que también se logró detener el nuevo proyecto inmobiliario dentro del predio del Parque España (ubicado en Barracas), que actualmente se encuentra zonificado como Urbanización Parque (UP). El denominado Parque de la Cultura: “Es decir, demoler un edificio para construir otro, en un espacio público. Y no se puede porque es un parque. Gracias a eso, se logró que se estableciera como lugar alternativo el edificio de la calle Alsina. Nuestra conquista es que la escuela esté en el casco histórico, y que no se haya cerrado”, agrega Baldiviezo.

Desde la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege, se expuso en redes sociales el repudio a la pérdida de otro edificio histórico como ya sucedió con el edificio Marconetti: “De nada sirvió explicar que no es necesario demoler el Edificio de la Escuela Taller, la inminente demolición tiene el único objetivo de favorecer los desarrollos inmobiliarios en detrimento de nuestro patrimonio. Sostenemos que la construcción del Metrobús es solo una débil excusa para poder demolerlo, ya que Av. Cabildo tiene el mismo ancho que Paseo Colón y no fue necesario demoler nada”.

El estudiante Pablo Isern se mostró enojado por el avance de la demolición: “En 2019, a través de una publicación barrial, dijeron que iban a demoler la escuela, pero nunca se acercaron. Querían armar un proyecto de Polo Cultural en el parque España, construyendo un nuevo edificio. Pero no les importa la cultura ni la educación. La escuela no jode para que exista el metrobús, los colectivos pueden pasar igual. La escuela dejó de funcionar. Hubo clases virtuales porque lo pidieron los estudiantes y los docentes. La gente que arranca primer año no sabe dónde está parada y todavía falta la gente que tiene que seguir cursando”.

Es que, si bien la escuela tiene nueva locación, todavía no están dadas las condiciones para que se pueda hacer uso. Al respecto, Jonatan argumenta: “Nosotros no estábamos de acuerdo con que se habilitara ese lugar porque creemos que no están dadas las condiciones sonoras. El gobierno debería garantizar que no genere impacto contaminante. No sabemos aún, tenemos nuestro reparo de antemano, pero se sabrá cuando la escuela funcione. A nivel jurídico, ya no hay modo de detener la demolición. Tampoco conseguimos que pase por la Legislatura para que decida que no se demuela, con una ley que demuestre cualquier tipo de fundamentos, por cuestiones históricas o climáticas. En vez de demoler debería restaurarse”.