Los nuevos contenedores no se fabrican en el país, por eso, debieron comprarse a la empresa francesa Plastic Omnium por un valor total de 12.158.740 pesos. Se los pondrá en calles, no avenidas, y en zonas residenciales.

Los recipientes son ubicados de manera tal que la gente no tenga que caminar más de 50 metros. Tienen una tapa, que debe ser cerrada siempre luego de volcar las bolsas. Sirven únicamente para residuos domiciliarios, es decir que no se pueden tirar restos de podas, escombros, tierra, arena, combustibles, sustancias peligrosas u objetos de gran tamaño.

Antes de ubicar los contenedores, personal de las empresas recolectoras realiza una campaña de difusión con los vecinos de las distintas cuadras, para explicarles cómo deben usar los recipientes y no ensuciar las veredas.

Los porteños producen diariamente entre 4.000 y 5.000 toneladas de basura, que se envían al relleno sanitario que la CEAMSE posee en José León Suárez.

Fuente: TELAM