La verdadera grieta
La Ciudad de Buenos Aires está partida en dos. Un norte con trabajo formal, salarios más altos, hogares con agua y electricidad de red, acceso a la salud privada y a la conectividad. Un sur que lo triplica en pobreza y lo duplica en desocupación, donde la tasa de informalidad laboral entre les jóvenes trepa al 61% y casi la mitad de les pibis no tienen computadora. Números de una tremenda desigualdad que año a año se profundiza por la ausencia de políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones de vida de aquellos que peor la pasan.