El recorte donde más duele

 Los docentes del Programa “Puentes Escolares” denunciaron que el Gobierno porteño pretende cerrar los talleres educativos para chicos en situación de calle que funcionan en los barrios de Chacarita y San Cristóbal. Desde la semana pasada, cortaron la entrega de las viandas escolares. 

El recorte donde más duele

El Gobierno porteño cerrará al menos dos talleres educativos de los siete que funcionan en toda la Ciudad, donde niños y adolescentes en situación de calle y vulnerabilidad social acceden a un espacio destinado a su inserción en escuelas. La denuncia fue formulada en una conferencia de prensa en la Legislatura, donde también aseguraron que en tres de los dispositivos escolares dejaron de recibir, desde la semana pasada, alrededor de unas 100 viandas de comidas para los chicos que, en su mayoría, viven en la calle y duermen en paradores.

Según manifestaron, la suspensión de las viandas, que en algunos casos es un "refrigerio" -que incluye un sándwich, una fruta y una barra de cereal- fue ordenada por la Subsecretaría de Inclusión Escolar que conduce Soledad Acuña, quien adujo que la medida responde a que "el Gobierno ya les da de comer a los chicos en los paradores".

En tanto, el cierre de los dos talleres, que pertenecen al programa Puentes Escolares y que están situados en los barrios de Chacarita y en San Cristóbal, fue planificado para el primer día hábil de abril, según le comunicaron las autoridades de la cartera educativa durante una reunión al coordinar del plan, Matías Alí.

La decisión fue transmitida por el coordinador a los trabajadores que participaban de la rueda de prensa, e incluiría, según la versión, el traspaso de los docentes al área de Desarrollo Social.

En tanto, el Ministerio de Educación emitió un comunicado en el cual señalaron que "se está trabajando en dirigir el servicio en aquellas zonas de la Ciudad donde se concentra la mayor cantidad de chicos en situación de calle como Microcentro, Retiro, Constitución y Once".

Y aclararon que "el debate no se da en torno a la alimentación de los beneficiarios de los tres centros, que según los mapeos sociales de la Ciudad reciben alimentación en centros comunitarios o se alimentan en sus casas".

Ante una consulta de Télam acerca de la clausura de los talleres, voceros de la cartera educativa señalaron que "no podemos cerrar lo que no depende del Ministerio".

Es que, en rigor, son los trabajadores los que pertenecen a la planta del Ministerio, pero no así los espacios que ocupan estos talleres, que en su totalidad funcionan en dependencias prestadas ya sea de mutuales, como el caso de Chacarita, o de gremios, como situado en San Telmo.

"Esos espacios educativos son la escuela para los pibes", dijo Paula Piñeiro, una de las delegadas de los talleres, que funcionan en la Ciudad desde hace diez años con el propósito de insertar a los chicos y jóvenes que no tienen escolaridad en escuelas primarias y secundarias a través de la tarea de un equipo multidisciplinario, compuesto por psicólogos y asistentes sociales.

Por su parte, uno de los docentes del programa que también da cursos de arte y teatro sostuvo que la decisión del cierre "es inconcebible" porque "escupe de nuevo a la calle a los chicos que eligieron ir al taller en vez de estar consumiendo paco por ahí".

Al respecto, el legislador Francisco "Tito" Nenna consideró que Mauricio Macri "le quitó la comida a 100 pibes con necesidades básicas insatisfechas y en situación de extrema vulnerabilidad social bajo la excusa de que el Gobierno porteño les da de comer en los paradores" y añadió que "el objetivo del PRO es reemplazar los enclaves educativos por servicios asistenciales brindados por ONG afines a su proyecto político".

"El Ministerio de Educación está aplicando medidas técnicas eficientistas que recuerdan el ajuste de los 90. No entiende que los chicos que participan de Puentes Escolares no tienen ninguna comida. Son chicos con problemas de nutrición y están en pleno crecimiento, necesitan reforzar su dieta", dijo la diputada porteña María Elena Naddeo.

En tanto, Edgardo Form, de Nuevo Encuentro, sostuvo que la decisión "es discriminatoria y antipopular" y "va en contra de la inclusión social y cercena el derecho social de los chicos a la educación".

Fuente: Télam