"Siento vergüenza por la Justicia"

El juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ex miembro de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, compartió una charla con vecinos y vecinas de La Boca. La judicialización de la política, la debilidad institucional, el colonialismo avanzado y otras definiciones en una tarde gris.

"Siento vergüenza por la Justicia"

 Las paredes de la Casa Tasso estaban cubiertas con carteles por la libertad de Pitu Salvatierra, el referente social detenido por tenencia de drogas. Además, en esa sala colmada, ciertas presencias motivaron aplausos: Fernando Abal Medina, recién recuperado tras la violenta agresión que sufrió en mayo durante la reunión del Consejo Consultivo de la Comuna 4, y Roxana Cainzos, mamá de Nehuén Rodríguez, el joven que murió atropellado por un oficial de la Policía Metropolitana que fue sobreseído. Era el primer sábado de julio, Milagro Sala continuaba detenida y Cristina Fernández de Kirchner regresaba a Buenos Aires, en medio de la proliferación de causas, denuncias e imputaciones en su contra. "Siento vergüenza por la Justicia", dijo Raúl Eugenio Zaffaroni para dar comienzo a una charla abierta con vecinos que se extendió por más de una hora. Los efectos del accionar discrecional de la Justicia flotaban a su alrededor.

La charla del juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ex miembro de la Corte Suprema fue motorizada por Catalinas con Memoria y convocada por las distintas agrupaciones nucleadas en el Frente para la Victoria (FpV) local. Pese al clima frío y gris ("un día gorila", definió Zaffaroni), la sala principal de la Casa Tasso estaba repleta. Zaffaroni comenzó su presentación hablando de lo que mejor sabe: la Justicia. Bromeó sobre la suspensión de su matrícula por parte del Colegio Público de Abogados y aclaró que "no es cierto que la Justicia sea una corporación. Hay un grupo que está cometiendo atrocidades y una gran mayoría silenciosa, una mayoría burocrática", calificó. "Estos jueces no tienen experiencia política y metidos a hacer política son como un elefante en un bazar", comparó.
 
Brasil como espejo
Convocado para analizar el inédito contexto en el que un gobierno de derecha llega al poder gracias al voto popular en Argentina, el juez consideró que se llegó a esta situación por la "debilidad institucional" y definió al panorama global de la región como "etapa de colonialismo avanzado". "La forma de dominio que tiene el tardo colonialismo es dominar a través de nuestra debilidad institucional, como pasó en Brasil", dijo en referencia al proceso de juicio político iniciado contra la presidenta Dilma Rousseff. "Hoy el mundo está manejado fundamentalmente por grandes concentraciones de capital financiero. Es muy distinto al capitalismo anterior: el dueño del capital estaba ahí, el Estado podía sentare entre las fuerzas productivas y arbitrar. Hoy no está más el dueño del capital, no sabemos quiénes son esos dueños. Quien crea que (el presidente estadounidense, Barack) Obama o (la canciller alemana, Ángela) Merkel tienen poder está loco: están sometidos al poder de las corporaciones. El aparato financiero se comió a la política", concluyó Zaffaroni.
"Lo que tenemos que hacer es que la gente tome conciencia de que estas no son cosas para discutir en abstracto. Se traducen en consecuencias en lo que comemos, en nuestra salud, en nuestra educación", enfatizó. Entre los aspectos de "debilidad institucional" a los que se refirió el juez, destacó que como sociedad "hemos sido incapaces de tener una constitución que prohíba los monopolios de medios". Y advirtió que el riesgo no pasa sólo por el discurso único: "Vivimos en una realidad creada por los medios de comunicación". El caso de Brasil y el rol de la Red O Globo, una vez más, le sirvió como ejemplo. 
 
En busca de una salida
La mayor parte de las preguntas apuntaban en el mismo sentido: ¿Qué hacer? "Tenemos que pensar un modelo de Estado, que va a requerir una reforma constitucional. Pero nunca lo vamos a lograr si no lo pensamos: empecemos por imaginarlo. Este modelo de Estado nos ha llevado a esta situación, entonces tenemos que pensar otro", expresó Zaffaroni. Y pese a provenir del ámbito de las leyes, resaltó que "el derecho no produce los cambios: los producen los pueblos".
Consideró que la existencia de las universidades del conurbano bonaerense "representan una revolución en marcha", porque en sus aulas cursan en su gran mayoría miembros de una primera generación de estudiantes universitarios. "En muy pocos años eso nos va a cambiar el perfil de la política. Estamos metiendo en la universidad a clases trabajadoras y humildes, como la Reforma de 1918 metió a las clases medias", recordó.  Y no dudó en definirse como populista: "Si no fuera por los populismos en nuestra región seguiríamos con las repúblicas oligárquicas. Si no fuera por los populismos, no sé cuántos de nosotros sabríamos leer y escribir."
 
Milagro y Pitu
Cuando llegó el momento de las preguntas, además de los interrogantes sobre cómo lidiar con un contexto macrista, hubo planteos especialmente sobre la situación de los militantes Pitu Salvatierra y Milagro Sala. Sobre ambos, Zaffaroni cuestionó el sustento jurídico de sus detenciones. "La tenencia para consumo conforme a la jurisprudencia de la Corte es atípica y la tenencia simple es excarcelable, de modo que no hay ningún motivo para que permanezca en prisión preventiva", dijo el juez sobre Salvatierra. En el caso de Sala, presa en Jujuy desde enero, Zaffaroni lanzó:"Si alguien dice 'usted no tiene fueros porque no se incorporó al cuerpo (como diputada del Parlasur)', pero no se puede incorporar al cuerpo porque está presa, ya cuando se dicen esas cosas no sé si hay un espacio para el argumento jurídico. Ya no es un juez, es una basura".