Barracas: Hoy grúas, mañana estacionamiento medido

Desde febrero pasado, el acarreo llegó al barrio. Aunque la mayoría de los autos son de los vecinos, las grúas no sólo operan con intensidad en las avenidas Patricios y Montes de Oca, sino también en algunas calles interiores. Las quejas van en aumento. Por Juan Manuel Castro

Barracas: Hoy grúas, mañana estacionamiento medido
“A las siete de la mañana la calle está vacía, salvo yo que abro el local y las grúas, que a las siete y cinco ya levantaron el primer auto del día”, dice desde el mostrador el quiosquero de avenida Patricios y Villafañe. Como muchos otros, considera que este avance del acarreo “perjudica al comercio local” y a los vecinos. “Barracas es un barrio, la prohibición de estacionamiento déjenla para el micro y macro centro. Es una locura lo que pretenden hacer”, coincidió Claudia Contarino, una vecina que decidió sumar su adhesión a la petición “No más grúas en Barracas”, creada en el sitio Change. org y que ya acumula más de 700 firmas. El reclamo también llegó a la Legislatura a través de un pedido de informes.
 
Desde 1991, en la Ciudad operan las mismas dos empresas de acarreo. Y aunque sus contratos vencieron en 2001, ninguna de las gestiones que gobernaron desde entonces llamaron a una nueva licitación, por lo que las compañías operan con polémicas prórrogas de sus contratos.
 
Al norte de la calle Viamonte trabaja STO (Sistema de Tránsito Ordenado) de Dakota SA. Y al sur, SEC (Sistema de Estacionamiento Controlado) de BRD SAICFI. Ambas pagan unos irrisorios 55 mil pesos de canon mensual, realizan más de 10 mil acarreos por mes y facturan más de 8 millones de pesos. Además, reciben diferentes subsidios que, según calculan desde la Auditoría porteña, desde 2008 acumulan unos 260 millones de pesos entre las dos.
 
La tarea de estas grúas estaba limitada al micro y macro centro, y a algunas zonas extras como Puerto Madero o Palermo. Sin embargo, desde febrero las grúas de SEC recorren Barracas. Sobre todo, en las avenidas Patricios y Montes de Oca, pero también en calles internas como Hornos, Brandsen y Tacuarí. Los autos secuestrados van a parar a una playa de Tacuarí 1277. En 2012, el valor del acarreo era de 190. Actualmente es casi el cuádruple: 750 pesos.
 
Según afirman comerciantes y los propios trabajadores de las grúas, el desembarco en Barracas responde a un reordenamiento establecido por el Gobierno porteño en beneficio de la empresa SEC, cuando comenzaron las obras del Metrobus de Paseo Colón y la peatonalización del entorno de Tribunales. Esos cambios le redujeron la cantidad de estacionamientos que vigilaba SEC y, para compensar, la firma fue autorizada a operar en Barracas.
 
Dado lo intempestivo de este cambio, y a partir de las reiteradas quejas de vecinos y comerciantes, la legisladora Patricia Vischi (Suma+) presentó un pedido de informes en la Legislatura para que el Ejecutivo informe si se firmó un contrato para modificar la zona de acarreo en Barracas, bajo qué motivos y porqué lo hizo sin previa aprobación de la Legislatura.
 
Caos
En las calles y avenidas los vecinos se acostumbraron a ver con frecuencia los carteles rojos que deja el SEC para anoticiar a los conductores de los acarreos. Al respecto, Daniel Jorge Do Rosario, presidente de la Asociación de Comerciantes de avenida Patricios, expresó ante Sur Capitalino: “Trajeron las grúas al barrio y trajeron el caos. Somos comerciantes los que nos vemos afectados. Están coartando la libertad de carga y descarga”.
 
El malestar también quedó manifiesto en una petición creada en Change.org por Norberto Bevilacqua, quien le escribió al Gobierno porteño: “Las grúas no ayudan a Barracas, la gente que vive ahí gusta de pasear y consumir. No podemos permitir un atropello como este, no ayuda en nada a Barracas”.  Gabriela Dieguez una de los 700 usuarios que adhirieron a este reclamo dijo: “Los comercios del barrio pierden clientela si no se puede estacionar”.
 
También hay algunos que ven con optimismo la llegada de las grúas. “Es un caos acá. Antes estacionaban a la noche en las paradas de colectivo, sobre las veredas o esquinas, desde que están las grúas se cuidan más”, dice a este medio el “Chino”, playero del garage de Brandsen 1489.
 
Desde el Gobierno porteño lo defienden. “El objetivo no es recaudar plata, sino mantener un sistema de estacionamiento equilibrado y ordenado en algunos barrios”, dijo el secretario de Transporte, Juan José Méndez. Además, la vicepresidenta de la Comisión de Transporte de la Legislatura, Cristina García (PRO), prometió que “el Gobierno porteño tendrá el control de las grúas” una vez que se implemente el nuevo esquema de estacionamiento medido.
 
En diciembre de 2016, la Legislatura aprobó, con lo justo (33 votos), la ley n° 5.728, enviada por el Poder Ejecutivo para ampliar la cantidad de calles con estacionamiento medido. Actualmente, en la Ciudad hay 334 mil espacios habilitados para estacionar. De ese número, ocho mil son tarifados, según el Ente Único Regulador de los Servicios Públicos local. Con esta reforma, se planea que para 2018 haya diez veces más: 86.768 tarifados en 10 mil calles de todas las comunas salvo la 8. Además, se reemplazarán las tickeadoras por terminales inteligentes (que funcionarán a través de celulares y con tarjetas de crédito) que empezarán a instalarse antes de fin de año, según informó el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
 
Medido

Según el anexo de la ley votada en diciembre, varias calles de Barracas tendrán lugares de estacionamiento con tarifa (con excepción de pago para quienes viven a 200 mts a la redonda): Azara 1-1400, Montes de Oca 1-100, Lamadrid 800-1800, Brandsen 900-2000, Caseros 400-1000, Jovellanos 1-1400, Olavarría 800-2000, Pinzón 900-1700, Piedras 2000, Perú 500-1800, Rocha 900-1800, Suárez 900-1700; Tacuarí 1700-2000, Uspallata 400-1000.