Fútbol para todas

 Con un torneo relámpago en la villa 21-24, más de 300 mujeres de todas las edades y de distintos barrios lanzaron “Nosotras Jugamos”, la primera liga con perspectiva de derecho de la Ciudad de Buenos Aires. Por Ayelén Pujol

Fútbol para todas

Tamara ya tiene puestos el short de fútbol, las medias y los botines. Está en Avenida La Plata y San Juan: se bajó recién del 126 que la trajo desde Flores y espera el 85 que la llevará hasta Pompeya para ahí subirse al 70 que la dejará en el Polideportivo de la villa 21-24 donde se va a disputar el torneo relámpago que servirá para lanzar la Liga “Nosotras Jugamos”, la primera liga con perspectiva de derecho de la Ciudad de Buenos Aires.

Tamara tiene 28 años, jugó al fútbol en una primaria progre que generaba que las mujeres practicaran por tres meses diferentes deportes, y volvió a patear una pelota hace cuatro años. “Me sumé al boom y no dejo de jugar porque la verdad me divierte que sea una práctica en equipo, que me pueda equivocar y no tenga que cumplir con la expectativa de nadie, que esté en aprendizaje constante. Por todo eso hago todo este viaje un domingo al mediodía”, cuenta.
 
El predio estalla: hay más de 300 mujeres de todas las edades y de distintos puntos de la Ciudad dispuestas a jugar partidos de fútbol. En una de las dos canchas del lugar arranca la categoría menor: nenas desde cinco años en adelante de la villa 31. Se enfrentan el club Güemes, por un lado, y La Nuestra, la organización que dirige Mónica Santino -un espacio en el que el fútbol es un deporte pero además una excusa para defender los derechos de las mujeres-, por el otro.
 
Santino, entrenadora y ex futbolista, es una de las personas que más ha promovido el fútbol de mujeres en el país. Sus chicas pierden y ella les pregunta: “¿Se divirtieron? Bueno, bien, ahora vayan a saludar a las chicas que también son del barrio”.
 
Mónica es una de las impulsoras de la nueva Liga que se propone “garantizar el derecho al juego”, una frase que es muletilla en el lenguaje de Santino. Con una gorra y una remera violeta con la leyenda “Con mis derechos no se juega”, Mónica anda de un lado a otro dirigiendo, jugando, compartiendo puntos de vistas y conversando también con un grupo de actrices que vino a apoyar la movida. Levanta la vista y ve que las categorías (menores, cadetas, juveniles) están acompañadas por la palabra “damas”. Charla con una compañera suya sobre el detalle y toma nota mental: “Hay que deconstruir eso, acordémonos”.
 
Después, cuenta: “Queremos que este sea un espacio para que puedan practicar este deporte todas las mujeres pero especialmente quienes viven en barrios vulnerables y villas, y que por su condición económica en muchos casos no tienen posibilidades de competir en ligas. Para eso, desde la organización se garantizarán las condiciones materiales para que estos equipos puedan incorporarse a la liga, subsidiando los costos de inscripción, traslado, acceso a ropa deportiva, entre otras cosas”.
 
La propuesta parece ser un éxito: el primer torneo relámpago se realizó en Floresta y contó con la participación de 21 equipos, mientras que en la 21-24 hay 29 equipos.
 
Entre todos esos hay uno que llama la atención porque tiene caras conocidas. Las actrices Dalma Maradona, Marina Glezer, Natalia Videla Peña, Sofía Posse, Guadalupe Fernández Peña, Malena Sánchez y Lule Franco se acercaron a apoyar este proyecto y armaron un equipo que se llama Las Pibas.
 
Con el pañuelo verde de la campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y unas zapatillas rosas, Dalma Maradona es la cara más popular. Juega de defensora en un equipo que aguanta bien atrás y en el que Malena Sánchez se destaca por talento y actitud.
 
Salen a la cancha a jugar dos partidos. En la charla técnica, Moni Santino les explica cómo pararse (“es fácil, dos abajo, dos arriba y una al arco), les agradece por haberse acercado y les recuerda: “Esto es política. Y no política de partidos políticos, no hablo de eso. Esto es política por los derechos de las mujeres, para que en esta sociedad seamos reconocidas, visibilizadas y tengamos los mismos derechos que los varones, los derechos que también nos pertenecen”.
 
En una jugada, Dalma avanza desde la defensa por la derecha y le pega al arco, para poner en ventaja transitoria a Las Pibas. Así le hace un gol a la legisladora porteña Andrea Conde (de Nuevo Encuentro), que hasta ahí se había atajado todo (otra sorpresa) y que también vino a apoyar la movida.
 
Dalma cuenta que está acá porque le parece “que está buenísimo esto”. “Que las mujeres juguemos al fútbol, que hagamos lo que queramos con nuestros cuerpos... La verdad es que falta difusión, yo me enteré de casualidad por Twitter, pero bueno, tenemos que seguir peleando por todas estas cosas para que seamos todas y todos iguales”, expresa mientras decenas de nenes y nenas le sacan fotos con celulares.
Mientras, Guillermina, que tiene 48 años, tres hijxs y vino desde la villa 20, en Villa Lugano, se prepara para jugar por primera vez en su vida al fútbol. Dice que no tiene miedo, que siente que sabe porque vio fútbol muchas veces. Minutos después deja en evidencia que está en lo cierto: con su pelo largo lacio atado y un cuerpo morrudo, se para arriba, aguanta la marca y, como puede, le pega al arco. No es gol por poco. Guille no lo dice, pero lo demuestra: el fútbol es para todas.
 
La liga "Nosotras jugamos" empieza el 6 de mayo y ya cuenta con el apoyo de Vélez, Platense, Rosario Central y de ATE Capital.