Robo de semáforos en el sur porteño

Desde septiembre del año pasado se registraron 400 faltantes, lo que significa un perjuicio de más de medio millón de pesos para la Ciudad. De los aparatos, lo que más interesa es el aluminio que luego es revendido.
Robo de semáforos en el sur porteño

A lo largo del año pasado y hasta la actualidad el Gobierno porteño detectó más de 400 faltantes en los semáforos, principalmente en los barrios de Constitución, La Boca, San Telmo y Barracas.

Según informó el gobierno local, si la tendencia sigue igual, en unos meses la zona sur podría quedarse sin señales.

Los robos ocasionaron a la ciudad un perjuicio de 625.000 pesos, y si se suman los arreglos por roturas el monto se acerca al millón de pesos. El gobierno invertiría 72.778.102 pesos en el mantenimiento y reposición de semáforos durante cuatro años.

Desde la Secretaría de Tránsito explicaron que los ladrones buscan las partes de aluminio con que se fabrican los semáforos para comercializarlas en el mercado negro por 3 pesos el kg.
 
“Es un problema muy serio. No sólo afecta por el costo económico, sino por la seguridad. Es un peligro que no funcionen las señales. No tenemos la capacidad técnica para reponer los equipos al ritmo que se los roban”, admitió al diario La Nación el subsecretario de Tránsito y Transporte, Fernando Verdaguer.

Pero además de las clásicas luces de colores también se llevan los equipos controladores, que son cajas que contienen la computadora que hace funcionar a los semáforos. Como las señales se activan en red, un controlador roto saca de servicio a otro. Cada uno de estos equipos cuesta 8000 pesos, y en el caso de los electromecánicos no se fabrican más, lo cual agrava el problema y dificulta la reposición.

La mayor cantidad de robos se produjo en el sector de la ciudad donde la red de señales todavía no se renovó. En el sur, los semáforos todavía son electromecánicos. Para reponerlos la ciudad tuvo que pedir a una única fábrica que los volviera a producir.

La Secretaría informó que intenta proteger los 3343 semáforos que hay en la ciudad colocando aparatos aéreos y no verticales, lo que dificultaría los robos, reemplazando las cajas de aluminio por las de chapa y retrasando la instalación de una partida de semáforos para no videntes porque son equipos caros y temen que los roben.