El BAMA cerró sus puertas

El mítico espacio de cine arte, Buenos Aires Mon Amour, dejó de funcionar tras seis años de actividad.  

 
El BAMA cerró sus puertas

La noticia fue comunicada por uno de sus dueños, Guillermo Cisterna Mansilla, en una carta pública en la que destacó estar orgulloso “de haber cumplido con el objetivo que nos hemos propuesto, en estos 6 años, la de ser esa sala de cine que ya no hay. Ofreciendo una programación de cine independiente, del mejor cine argentino, y películas que en muchos casos no tienen lugar en el circuito comercial".

“Seguramente nos quedaron pelis por pasar, pedidos por cumplir, algunas por repetir, pero la programación siempre fue para ustedes". En su despedida, dejó una puerta abierta e hizo un pedido: "Quizás nos volvamos a ver pronto, pero mientras tanto no dejen de ir al cine. Las películas son para disfrutar en esa sala oscura en pacífica convivencia. ¡Porque el cine nos hace la vida más feliz!".

El cine había nacido con la creación del Cineclub Buenos Aires Mon Amour, una asociación civil del cinéfilo mundo porteño que proyectaba producciones que quedaban afuera del circuito comercial. A fines de 2008 se instaló en un PH en San Telmo con 38 butacas, y al microcine se sumaron los cursos. En 2010 empezaron las proyecciones en el Microcine Godard, ubicado en el Hotel Elevage. Llegó a tener más de 1.500 espectadores al mes, en un cine con 40 butacas. A fines de mayo del 2013 el Hotel Elevage cerró sus puertas. Fue entonces cuando los creadores de este cine decidieron recuperar y reabrir el ex Arteplex, donde funcionó hasta ahora.
 
Pero la crisis golpeó fuerte al sector cultural, sobre todo al circuito independiente. Según datos difundidos por la web especializada OtrosCine.Com, BAMA recibió en el último mes sólo 5 mil espectadores en sus tres salas con capacidad total para 450 personas, lo que tornó imposible mantener las salas en funcionamiento.