Desprotegides

Con un Gobierno porteño que no da respuesta, en diez días aumentaron de 1 a 15 los contagios de coronavirus en el Hospital Borda. A tanto abandono, ayer se sumó la muerte de un paciente atacado por una jauría de perros.

Por Lucrecia Raimondi

Desprotegides

La desidia que sufren en el Hospital Borda se agravó con la pandemia por coronavirus. Hace 10 días detectaron el primer caso en un paciente, ahora aumentó a 15 personas que dieron positivo: dos médicos, tres enfermeras y diez pacientes están contagiados. Dos de ellos fueron derivados al Hospital Penna y al Argerich por la gravedad de sus síntomas. El resto están internados en el hospital.

 

“Las enfermeras y los médicos viven una situación de terror, están con miedo a contagiarse y a contagiar a sus familias. No cuentan con la cantidad suficiente de barbijos, ni camisolines ni de guantes. Tampoco tienen las mascarillas de plástico. Los compañeros están sin jabón para lavarse las manos ni toallas descartables. Lo que llega es por donaciones de organizaciones sociales que llevan elementos de higiene personal”, explicó Daniel Ricardo Calvo, quien ayer se acercó con sus compañeros al Hospital Borda para exigir información acerca del aumento de los contagios por coronavirus y saber en qué condiciones están pasando la pandemia. Daniel hace 15 años que coordina el taller de Periodismo y Comunicación del Frente de Artistas del Borda, una organización que trabaja desde 1984 en el hospital generando producciones artísticas con las personas internadas por salud mental, en talleres gratuitos abiertos al público en general. 

 

Ubicado en Barracas al sur, el hospital neuropsiquiátrico José Tiburcio Borda actualmente aloja a unos 450 pacientes y a más de mil profesionales que trabajan en tres turnos. En el servicio 15 se encontraba internado hasta ayer Jorge Marcheggiano, quien fue atacado por cinco perros mientras caminaba por el parque del hospital. Murió pocas horas después en el Hospital Penna. El jueves 7 de mayo el CELS presentó una acción de amparo colectiva por la gravísima situación que se vive en los cuatro manicomios porteños (Borda, Moyano, Tobar García y Alvear). Además de pedir medidas urgentes de prevención y protección hacia les usuaries y les trabajadores, como lo había hecho el Órgano de Revisión de Salud Mental, la denuncia incluía “la necesidad de erradicar las jaurías que habitan en los predios de estos hospitales por su peligrosidad”. El Gobierno de la Ciudad, señaló el CELS esta mañana en un comunicado, dijo que no existían tales jaurías.

 

"El Gobierno porteño nunca resolvió nada"

La llegada del virus al Borda empeoró aún más una realidad insostenible. Daniel Calvo define a la situación como “una ruleta rusa, que hoy te toca a vos mañana me toca a mí”. Ayer, tras visitar el hospital, relató que los pacientes están dentro de sus servicios casi sin actividades, las enfermeras hacen lo que pueden, y los médicos cumplen su horario y se van a las seis de la tarde. A la noche “se pone jodido” porque no hay teléfono que comunique internamente a los lejanos sectores del hospital y que las enfermeras usan sus celulares para avisar si pasa algo. Daniel contó, además, que los fines de semanas quedan guardias mínimas y la limpieza la hacen los enfermeros, que los médicos atienen pedidos de medicación porque no hay consultorios externos. “De por sí es complicado el uso de barbijo para los internados, porque les han dado unos que se atan atrás en la nuca que les resulta muy difícil atárselos y se los sacan cuando comen cuatro veces al día o cuando fuman que es casi todo el tiempo, como si fuera el aire”, explica Daniel y agrega que los pacientes están desesperados por la falta de actividades recreativas.

 

El GCBA instaló entre el Borda y el Moyano una Unidad Febril de Urgencia (UFU) y una Unidad de Aislamiento (UTA) que no están habilitadas ni listas para implementarse pero allí se realizan los testeos internos del hospital para adultos varones. “A la UFU ingresa cualquier paciente o laburante que presente síntomas previo a pasar por un control de temperatura. Si tiene fiebres o febrícula se le hace un hisopado; mientras se espera el resultado se activan distintos protocolos según si es un paciente o un trabajador y el tipo de cobertura médica que tenga la persona que se somete al testeo”, explica Gonzalo Sánchez, trabajador administrativo del Hospital Borda y delegado de ATE.

 

Sánchez contó a Sur Capitalino que de las puertas para adentro intentan que se cumpla con los métodos de protección. Desde el gremio están pidiendo un testeo masivo porque hasta ahora el Gobierno de la Ciudad mandó test “a cuentagotas” pero que en todos los turnos, entre pacientes y trabajadores, son 1500 personas. “Habrán testeado a 100 personas que son las que tuvieron contacto estrecho con pacientes de Covid. Ahí hubo un protocolo que se aplicó con todos los elementos de protección, pero enfermeros y médicos se contagiaron igual”.

 

-¿Cuál es la respuesta del GCBA en esto?

-Hubo hoy una reunión con el Ministro de Salud de la Ciudad y la idea es empezar a garantizar los testeos para la semana que viene, pero hace bastante que venimos con esto. Primero fue un solo paciente y ahora se está desperdigando por todo el hospital. También por el tipo de hospital es muy difícil contener a los pacientes como en cualquier otro establecimiento en el que le podes decir al paciente ‘che no te podes juntar con el de al lado’, la circulación es distinta por la patología que tiene un paciente de salud mental.

 

Hace 10 días el Borda tuvo el primer paciente positivo en el servicio 21. Y se propagó al servicio que está al lado, el 23. Luego al servicio 18 y se extendió al de clínica médica que es donde van los pacientes con síntomas de coronavirus. Según el delegado de ATE, ahí se contagiaron un médico y una enfermera.

 

El trabajador contó que la organización del Borda se transformó con la pandemia: uno de los pabellones se dividió y hay 30 camas para pacientes sin Covid pero con complicaciones crónicas que derivaron de otros hospitales, y que se abrió para descongestionar las internaciones. Y otra ala, el ex servicio 28, se preparó para pacientes del Borda que contraigan coronavirus y presenten síntomas leves.

 

“Se supone que cualquier persona que da positivo pero no tiene síntomas, la situación no es compleja, transita la enfermedad de una manera leve, lo tiene que hacer en su casa en cuarentena. La casa de los pacientes es el hospital, por eso se decidió que todos los casos leves se lleven adelante en el hospital. Cualquier caso que pase de leve a moderado se deriva al hospital general como pasó con dos pacientes que fueron trasladados al Penna y al Argerich”, explicó Gonzalo Sánchez y aseveró el reclamo: “Lo que planteamos es una información clara respecto a los contagios y obviamente que el Gobierno de la Ciudad garantice los testeos para poder controlar el virus internamente. Por lo menos necesitaríamos dos testeos mensuales para todos, esa es la parte fundamental porque podemos garantizar que el paciente y el laburante no estén contagiados y puede desarrollar sus tareas habitualmente”.

 

-¿Cómo tratan la prevención y los protocolos de cuidado con los pacientes?

-El protocolo con los pacientes es intentar mantenerlos dentro de los servicios pero las patologías hacen que muchas veces eso sea complejo, los médicos y los enfermeros están redoblando esfuerzos para contener a los pacientes. Después hay falencias dentro de la institución que ya venían y se profundizan con el contexto actual. Un paciente no lo podes mantener aislado del esparcimiento. Justamente lo que nosotros reivindicamos del hospital es la amplitud y que los pacientes pueden hacer diversas tareas, que hoy por hoy están reducidas por la pandemia. Entonces se están doblegando los esfuerzos para contener a los pacientes y que no pierdan estas cosas que venían llevando adelante. Pero la situación es compleja, si no tenés los testeos ni un control estricto el virus se va expandiendo.

 

-¿Necesitan protocolos diferentes que en otros hospitales?

-Si en un hospital común se necesita un camisolín para atender a un paciente, acá se necesitan dos. No se puede aplicar el mismo protocolo en el Fernández que en el Borda porque los pacientes tienen una enfermedad particular y de acuerdo a la patología muchas veces no alcanzan los insumos que te dan porque no es tan sencillo como cualquier paciente. Tiene particularidades que hay que atender desde lo humano y desde los elementos de protección personal. Se está tratando de distintas maneras desde la institución, por donaciones, con los sindicatos, las organizaciones que vienen a hacer actividades como puede ser el Frente de Artistas que hoy por hoy no están siendo realizadas, tratan de garantizar que le lleguen a los pacientes tapabocas, lavandina y cosas mínimas que están siendo faltantes en este contexto.

 

-¿Cómo es el contacto con las familias?

-No pueden ingresar al hospital y en la medida de lo posible, con los elementos que hay, lo que se intenta es hacer video llamadas que están limitadas por los recursos que se cuentan. Ni siquiera contamos con una línea fija en un servicio. Sería descabellado apelar a la buena voluntad del laburante que ponga a disposición su celular para que el paciente pueda realizar video llamadas con sus familiares. Deberíamos contar con los elementos necesarios para que sea a través de un celular o de una computadora de la institución. Pero si no estamos pudiendo contar con barbijos, reclamar por celulares o computadoras disponibles para que estén en contacto con las familias es otro paso. Estamos mucho más abajo con los reclamos, estamos por lo básico como un testeo y no damos abasto para reclamar que no se pierda el contacto con las familias, que según la patología es muy complejo. Que queda en lo humano y la buena voluntad del trabajador. No apelamos a que el Gobierno de la Ciudad nos resuelva esto porque nunca nos resolvió nada.

 

A falta de presencia del Gobierno de la Ciudad, ¿qué medidas toman?

-Inicialmente reclamamos la falta de barbijos, de elementos de protección personal, que a cuentagotas empezaron a aparecer, como nos tienen acostumbrados hace años, la falta de insumos y de presencia del Gobierno de la Ciudad no es nueva para nosotros. Y ahora los testeos, que vienen prometiéndolos pero necesitamos que se realicen. Igualmente, cada vez que ingresamos al hospital se toma la temperatura de los pacientes y de los laburantes con unas pistolas láser de uso industrial que están más tiempo intentando calibrar para que tomen la temperatura de un ser humano de lo que funcionan realmente, fallan porque no están preparadas para esto. Por eso pedimos que nos compren termómetros y los insumos correspondientes para llevar un buen control. Pero en este contexto, para el Gobierno de la Ciudad, el Hospital Borda no es una prioridad.