Morir en situación de calle

A pesar de que los desalojos se encuentran suspendidos hasta fines de septiembre, un hombre falleció el ayer a pocos metros de un hotel del barrio de Monserrat, de donde lo habían desalojado 72 horas antes. Tenía un retraso madurativo y presentaba síntomas de COVID-19.

 

Morir en situación de calle

Leonardo Javier Macrino, de 42 años, murió durante la madrugada del domingo en la esquina de Chile y Luis Sáenz Peña donde, desde el miércoles, se había instalado junto a su pareja, María Soledad, después de que los desalojaron de la pensión donde vivían.  María Soledad, fue llevada a un centro de salud para realizarle los testeos correspondientes porque Macrino presentaba síntomas de COVID-19. Aún se esperan los resultados de su autopsia.

El dueño del hotel Florida los había echado sin importar que, desde marzo, rige un decreto del Gobierno nacional que prohíbe los desalojos durante la cuarentena y con el agravante de que ambos integrantes de la pareja tenían un certificado de discapacidad por un retraso madurativo. 

Desde que los expulsaron, fueron asistidos por los vecinos y organizaciones sociales. Recién luego de tres días se presentó el Gobierno de la Ciudad y sólo les dejaron frazadas. En un comunicado, la ONG Amigos del Camino, que asiste a personas en situación de calle contó que: “realizaron reiterados llamados al 108 para que asistieran a esta pareja. Nos informaron que ayer (por el sábado) concurrió el BAP, les dejo frazadas y les comunicó que por su estado de salud no podían ingresar a los paradores, pero no le ofrecieron realizar un hisopado u otras alternativas”.

Mónica De Russis, la responsable de la ONG, dijo: “Estamos preocupados porque no sabemos a dónde derivaron a María Soledad. Y necesitamos saber el resultado del hisopado. Porque tenemos un compañero que tuvo contacto estrecho con ellos y ahora está en cuarentena, pero necesitamos tener esa información”.

En diálogo con Infobae, agregó: “Además, queremos tener información de lo que pasó en ese hotel, porque los vecinos nos dijeron que desalojaron a más de 10 personas en plena pandemia. A los tres días que no pagaban los echaban. Tenemos un dolor muy grande con todas las organizaciones. Es una persona más que no sólo vivía en la calle, sino que murió en la calle. Desde el miércoles estuvo sintiéndose mal sin que nadie hiciera nada”.