El Gobierno porteño decidió cerrar 4 hoteles de aislamiento para familias vulnerables

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dispuso el cierre de al menos cuatro dispositivos de aislamiento y atención a pacientes con coronavirus que eran utilizado por personas de barrios populares. Los trabajadores y las trabajadoras denuncian que la medida implica una sobrecarga para el sistema de salud.

 
El Gobierno porteño decidió cerrar 4 hoteles de aislamiento para familias vulnerables

Los hoteles que Larreta decidió cerrar son el De las Luces (perteneciente al sindicato UTHGRA), el DecO Recoleta, el Aparthotel Gardel Flats ubicado en el barrio del Abasto y el Destino Real, en el barrio de Once. En estos hoteles los pacientes realizaban el aislamiento y recibían atención médica, alojamiento y comida. 

 
Desde el inicio de la pandemia, estos hoteles funcionan como dispositivos de aislamiento, espacios extradomiciliarios que brindan atención médica las 24 horas y cuya función consiste en garantizar el cuidado y el acceso a la salud para familias que viven en villas, asentamientos y conventillos de la Ciudad. La mayoría de los pacientes internados se alojan allí porque sus propias condiciones habitacionales de origen dificultan el distanciamiento social y el cumplimiento del aislamiento.
 
Una de las médicas que trabaja en los hoteles, señaló a El Grito del Sur, que el problema que trae aparejado el cierre de los hoteles es doble: por un lado, se abandonan los dispositivos de atención sanitaria para familias vulnerables y, por el otro, se recarga el sistema de salud. «No es un momento para cerrar estos dispositivos. Muchos de los pacientes no pueden hacer cuarentena, ya que tienen trabajos informales y no pueden subsistir sin salir a trabajar. La mayoría no tiene forma de aislarse y estos hoteles, que brindan techo y comida, les facilitan el aislamiento».
 
Asimismo, el cierre de los hoteles trae otra consecuencia: deja sin empleo a cientos de trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en estos espacios con contratos de locación y sueldos magros. Médicos, enfermeros, personal de limpieza, personal de seguridad y de catering, que están precarizados bajo un contrato transitorio y sin planes certeros de reubicación, se enteraron de la decisión a través del Boletín oficial que el operativo –que en principio iba a durar hasta octubre- no continuará en esos cuatro espacios.
 
Fuente: El Grito del Sur