Un subsidio con sabor a poco

El Gobierno de la Ciudad anunció la entrega de una ayuda para clubes de barrio ante los cierres de la segunda ola. Muchas instituciones de La Boca y Barracas recibirán el beneficio, pero aún está fría su implementación. A la vez, el bajo monto genera dudas sobre cuánto logrará aliviar la compleja situación.

Un subsidio con sabor a poco

Cuando el Gobierno Nacional dispuso a comienzos de abril las nuevas restricciones ante la segunda ola de coronavirus, los clubes de barrio volvieron a experimentar escenas del año pasado, con entrenamientos grupales trasladados a plazas y salones cerrados vacíos. La situación se volvió aún más compleja cuando se ingresó a la fase aún más estricta esta semana, convirtiéndose en uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

Ante esto, el Gobierno de la Ciudad informó la entrega de un subsidio extraordinario para afrontar parte de los gastos de 80 mil pesos por institución. Para recibirlo, tienen que estar inscriptas en el Registro Único de Instituciones Deportivas que tiene la administración porteña. Aún no está del todo especificado, pero este monto no se quitaría del subsidio que ya reciben los clubes por el llamado “Fondo del Deporte”, sino que sería un programa nuevo.

Aquí está la primera traba: no todos los clubes se encuentran en el listado. La falta de documentación necesaria para pertenecer al registro es una realidad que excluye a muchos de ellos, que quedan marginados incluso de este reconocimiento. Juventud Unida de Barracas, por caso, es un ejemplo. “No tenemos los papeles al día. Es una pena porque sería de gran ayuda para poder seguir arreglando el club”, lamentó Pablo, uno de los secretarios de esta institución situada en Gral. Iriarte 3572.

Aún así, aquellos que sí están en el registro sufren frenos burocráticos que hacen que se demore mucho el acceso al dinero. El vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, comunicó informalmente la novedad en una reunión en un club de Monte Castro el último miércoles 19 de mayo. Sin embargo, pasada más de una semana, había clubes que ni siquiera habían sido informados más allá de lo publicado en los medios.

“Todavía no tenemos ninguna notificación, cuando se dio el subsidio año pasado, nos enviaron un mail poniendo en conocimiento la decisión administrativa. Ahora nosotros no tuvimos todavía ninguna comunicación más que lo que trascendió en los medios”, destacó Claudio Cañas, vicepresidente del Miriñaque de Pompeya (Lynch 3471).

Desde Juventud de la Nueva Era, el secretario Diego Graziano aseguró que “estamos esperando” el dinero, aunque se mostró tranquilo al saber “que se va a dar” pese a tampoco haber recibido comunicación formal. Juventud y Armonía, en Nueva Pompeya (Tabaré 1299), tampoco tiene claro si logrará acceder al beneficio. “Estamos resolviendo un tema de documentación presentada; nos tendrían que confirmar en estos días”, dijeron ante la consulta de este periódico.

El caso de Barracas Juniors probablemente sirva para cuantificar el pobre impacto que tendrá el subsidio en los clubes. La institución situada en Gral. Hornos 1850 tiene 350 socios, y cerca de 900 deportistas en las distintas disciplinas. Si se hace el cálculo de los 80 mil pesos que se percibirán en esta ayuda extraordinaria, implicará menos de 230 pesos por cada uno/a, una cifra por debajo de lo que se abona por cuota social. Por deportista, en tanto, significará 88 pesos cada uno/a.

“Hace rato tenemos todas las actividades que se hacen en gimnasios cerrados sin funcionar. Así que estamos tratando de solucionar los problemas de dinero y viendo cómo podemos hacer. Se necesita el aporte para los profesores, para los elementos, para mantenimiento, para pago de servicios, para todo tipo de cosas, por lo que será bienvenido”, dijo al respecto Ricardo Castorina, su presidente.

El nuevo subsidio, dejó saber Santilli, tendría una particularidad. A diferencia de otros que rigen por parte de la propia Ciudad o de la Nación, no se exige que sea dirigido exclusivamente a refacciones o proyectos puntuales, como fue el año pasado la readecuación de las instalaciones a los protocolos por la pandemia, sino que puede utilizarse para lo que sea más urgente.

En Miriñaque, ante este panorama, adelantaron que “considerando el cierre que lleva ya más de un mes y se extenderá, seguramente el monto sea destinado a los costos fijos, como es el pago de servicios”. Algo similar se plantean en Santa Lucía (Av. Montes de Oca 1517). “De sueldos estamos más o menos al día, pero ayudaría a las tarifas. Lamentablemente no es mucho, no llegamos a pagar todo lo que se debe, pero, aunque sea, se reduciría algo”, afirmó Norberto Bevilacqua, su presidente.

Por el contrario, en Juventud de la Nueva Era piensan que permitiría aliviar el pago de sueldos de profesores de actividades que tuvieron que volver a suspenderse. “Estamos en una situación complicada porque abrimos un mes y ahora volvimos a interrumpir las disciplinas, así que seguramente se use para allí”, informó Diego Graziano.