La cultura resiste a la segunda ola

Los centros culturales de la Ciudad fueron autorizados a reabrir desde el viernes 18 de junio, después de dos meses de cierre obligado. En La Boca y Barracas, algunos retomarán actividades al aire libre, mientras que otros mantendrán la virtualidad o presentarán proyectos que elaboraron en este tiempo de puertas cerradas.

La cultura resiste a la segunda ola

El 14 de abril pasado, cuando el Gobierno nacional dispuso aumentar las restricciones para afrontar la segunda ola de coronavirus, los centros culturales, áreas icónicas para la Ciudad de Buenos Aires, cerraron sus puertas. La medida caló hondo, dado que muchos estaban resurgiendo después de la suspensión de actividades que rigió parte del 2020 y recomenzaban proyectos en los primeros meses de este año.

La mejora en la situación sanitaria provocó que sesenta días después, a partir de este viernes 18 de junio, estos espacios queden habilitados para volver a abrir. Sin embargo, no hay un criterio único en los centros del sur, que oscilan entre mantener la virtualidad, retomar algunas actividades o enfocarse en otro tipo de proyectos, “ganando tiempo” hasta el ansiado regreso de la normalidad definitiva.

Desde el “Espacio Cultural Cayastá”, habrá una prolongación a lo que fue este bimestre, debido a lo complejo que sería volver a readecuar la logística. “Nosotros venimos trabajando desde la virtualidad y hacer un cambio en este momento no es posible. Nos cuesta mucho organizar esta estructura y no vemos conveniente volver a pasar ahora hacia la presencialidad, con todas las exigencias del protocolo”, explica Rafael, uno de sus coordinadores.

“Esperemos que la primavera traiga mejor tiempo y bajen los contagios. Por lo pronto, el invierno seguirá de manera virtual. Estamos programando un evento de payasos para las vacaciones de invierno, junto a los talleres”, agrega, en vistas al futuro.

Desde el “Circuito Cultural Barracas”, adelantaron que las actividades presenciales volverán recién en julio, y si el clima invernal lo permite, dado que serán al aire libre. Sin embargo, vía streaming están presentando los sábados de este mes su “espectáculo virtual”. Este documental se denomina “Barracas, un barrio en experimento social”. Fue filmado durante la cuarentena, y participan 80 vecinos de 5 a 85 años.

Con la pregunta “¿Qué pasaría si en nuestro barrio nos dieran la oportunidad de tomar decisiones sobre el accionar general de la comunidad pero desde mi individualidad?”, se exhibe por la plataforma Zoom. Para poder observarlo, se pueden tomar reservas a los contactos del espacio cultural.

En “La Usina Barracas”, también se mantendrán suspendidas las actividades presenciales. “Están organizadas para hacerse al aire libre y hasta que no mejore el clima no podemos llevarlas a cabo”, explica Carolina, una de sus integrantes. No obstante, el lugar mantiene los talleres que desde principio de año brinda por Zoom, y sumará desde finales de mes otros, por la plataforma Clasroom. “Hubo una gran respuesta, y están todos agotados menos el de tango y circo para niñes. Cocina, joyería, cerámica, tanto inicial como avanzada, están ya con capacidad colmada”, comenta.

A su vez, desde “La Usina” aguardan con gran expectativa el proyecto más importante para este año. Se trata de “El club de Folklore”, una iniciativa mensual que reunirá el cuarto sábado de cada mes por la noche cuestiones temáticas a la danza y lo relacionado a este género. Será virtual, abierto al público en general.

El Cine Teatro Brown de La Boca, por su parte, llevará a cabo un ciclo enmarcado en el programa “Reactivar escenas”, del Ministerio de Cultura de la Nación y el Instituto Nacional del Teatro. De esta manera, los jueves de julio a las 20hs se exhibirá “El odio encima”, dirigida por Rodrigo Cárdenas. Los domingos a las 13 horas será el turno del musical Nostalgias de Esquina de arrabal, de Rodrigo Candia Leal.

En tanto, ya está listo el programa para las vacaciones de invierno que contendrá funciones de martes a domingos, con precio único de 250 pesos para los adultos. “Selva sin fronteras”, “Compañía Juglares” y “Los deportes de la risa” forman parte de la agenda diaria, a lo largo de las tardes.

Según lo dispuesto por el Gobierno de la Ciudad, para esta primera instancia, se deberá limitar el aforo al 30 por ciento de la capacidad en todos los espectáculos. Si las butacas son fijas, habrá que dejar una de por medio en cada uno de los costados para garantizar el distanciamiento. Si son sillas movibles, será necesario ubicarlas con distancia entre cada una, debiendo respetarse esa ubicación. El público no podrá movilizarse durante las presentaciones y tendrá que mantenerse colocado el tapabocas.

“Alivio fiscal”, 15 meses después

Por su parte, a finales de mayo la Legislatura porteña dispuso un “alivio fiscal” para estos espacios, entre otros. Los centros culturales porteños fueron eximidos del pago del ABL para junio, julio y agosto. Se trata de la primera medida de ayuda económica para el sector, que se mantuvo totalmente cerrado entre marzo y noviembre del año pasado y este bimestre de 2021, y en muchos casos, debió reducir fuertemente el cupo de las actividades, con la merma en los ingresos que ello significó.