De La Boca a Inglaterra

Un grupo de artistas boquenses pintaron un enorme mural en Stockport, una ciudad portuaria de las afueras de Manchester. Conventillos, fútbol, tango, murgas y hasta las Islas Malvinas quedaron estampadas a 11 mil kilómetros de Buenos Aires por las manos de Omar Gasparini, Alejandra Fenochio, Patricia Salatino, Eva Luna Maissa y Melina Lluvia.

De La Boca a Inglaterra

El tango, la murga, la chapa acanalada de los conventillos. Un pibe tomando mate con los pies en una palangana, el puente transbordador y más allá, una mujer con su máquina de coser y un hombre con un taladro. En el cielo, las Malvinas. El enorme mural no está en nuestra ribera, ni siquiera en tierra porteña. Fue pintado a 11 mil kilómetros de Buenos Aires por manos argentinas: Omar Gasparini, Alejandra Fenochio, Eva Luna Maissa, Melina Lluvia y Patricia Salatino, artistas con un gran arraigo en el barrio de La Boca. La enorme pared de hormigón gris que se llenó de colores está en Stockport, en las afueras de Manchester. Allí, en el centro del mapa de Inglaterra, en una ciudad industrial que acaba de ser nombrada ciudad cultural.

La Boca y Stockport tienen algunos puntos en común: el puerto, sus galpones, sus calles adoquinadas. Y desde estos días calurosos de septiembre tendrán también el arte gritando desde sus paredes.

Antes de partir hacia Inglaterra los desafíos eran muchos: trabajar en grupo, pintar en diez días un muro de 76 metros de largo por 5 de ancho, rescatar la historia y el presente de Stockport. “Pero a los cinco nos une el amor por los murales, por La Boca y por la aventura”, se entusiasmaba Fenochio con un pie en el avión. Nada podía salir mal. Aunque el entusiasmo y la alegría se mezclaran con algún sentimiento encontrado. “Al principio pensé en Malvinas, un tema caro para todos nosotros. Pero analizándolo detenidamente, los pueblos no deben pagar la culpa de sus gobernantes”, reconoce Gaspa. A Eva Luna le pasaba algo parecido: “Me generó contradicción; por un lado, emoción por viajar a otro continente. Pero también viajar a un país que representa al invasor. La herida de Malvinas está abierta y sangrando. Pero los pueblos no son los responsables. Y aunque nos separen océanos, lenguajes, historias, los pueblos somos el mismo pueblo”, dijo la joven muralista que hace unos años eligió a La Boca para vivir.

“Era como una botella al mar y acá estamos, intentando construir un puente entre La Boca y Stockport, tanto metafórica como literalmente”, se entusiasma Patricia Salatino.

Patricia Salatino, o Pato como la conocen todes, es parte de la comitiva. Antropóloga, fileteadora, muralista, viajó a Manchester con su pequeña hija, Catalina. “Parecía un proyecto loco y hermoso, pero no pensamos que alguna vez fuera a suceder. Era como una botella al mar y acá estamos, intentando construir un puente entre La Boca y Stockport, tanto metafórica como literalmente”, le explica al Manchester Evening News, una especie de Sur Capitalino que publica noticias de esa ciudad. Y otra vez los puentes. El transbordador de nuestro Riachuelo y el puente de Hopes Carré.

Al igual que como lo hacen en Buenos Aires, les artistas argentinos conversaron con la comunidad y con John y Sophie Macaulay, quienes impulsaron el proyecto La Boca to La Stocka, desde GRIT Studios y Art Battle Manchester. “Es hermoso para nosotros capturar lo que la gente local aprecia en su propio espacio, trabajar con ellos para crear algo fue mágico. Muchas manos trabajaron juntas para terminarlo. Tiene un pedacito de todos allí”, dice Pato. Gaspa coincide: “Que de lugares tan remotos se fijen en nuestro hacer cultural y lo quieran trasladar a sus parajes me llena de orgullo”. El proyecto también contó con 12 artistas locales e invitó a la comunidad a tomar el pincel y aportar a la creación del enorme mural. En el mural, hay guiños industriales y referencias a la construcción, aspectos que juegan un papel importante en el patrimonio y la identidad de Stockport y de La Boca.

Para complementar el proyecto, junto al mural de Hopes Carr los legendarios artistas callejeros de Inglaterra D7606 y C_3 construyeron un collage del tamaño de una pared con obras de más de 60 artistas de todo el mundo. Para festejar el final del enorme proyecto el tango salió del mural y cobró vida en bailarines locales que hicieron su 2x4 entre latas de pintura, artistas y vecines.

“Fuimos cinco aventureros que vinimos a dejar nuestra huella boquense”, dice Gaspa, quien con sus 70 años sabe muy bien sobre eso de dejar huellas desde el arte.