La Caminito: lenguaje de barrio

Desde hace 18 años, la banda cuenta, a través de su música, historias urbanas de impronta bien barrial. “Como si habláramos en la esquina”, grafica Sebastián Zarini, el cantante de este grupo parido en La Boca que, como otros, sufrió la interrupción por la pandemia, pero ya está listo para volver al escenario.

La Caminito: lenguaje de barrio

La República de La Boca es arte por donde se la mire. Con música al palo, y fundamentalmente, letras con lenguaje de barrio, La Caminito Rock la representa hace casi 18 años. “Nuestro punto de partida son las sensaciones. Esto es rock de barrio, bien característico de La Boca. Nos basamos en las historias urbanas, reales, de amor, de locura, de pasión, o de excesos. Las letras son muy profundas, sin tantas metáforas, directas. Lo nuestro es idioma de barrio, el lenguaje de la calle, como si habláramos en la esquina, donde podemos flashearla”, resume Sebastián Zarini, cantante de La Caminito desde que en 2004 la banda nació como un desprendimiento de La Garra, disuelta un año antes.

Junto a Sebastián dieron el paso Damián Leota y Sebastián Starelli, guitarrista y baterista de La Caminito y después se fueron incorporando “Gabo” Chávez y Quique Lobo Manfredi. Todos vecinos de La Boca. En estos años, hubo cambios en la formación, pero según revela Sebastián, “todos quedamos con una buena relación, somos como una familia”. Al punto que, en el casamiento del violero, dieron un show en la ceremonia íntima familiar.

En La Boca, La Caminito ya es tradición. Sus grafitis en aerosol se multiplican en las paredes de los conventillos. Todo a pulmón. “Nos fuimos perfeccionando en este tiempo. Somos una banda autogestionada que paga todo de su bolsillo. Hacemos rifas, tuvimos algún tiempo sponsors que en realidad eran amigos de la banda con emprendimientos a los que también dábamos una mano. Recuerdo cómo nos la rebuscábamos con las salas de ensayo en los comienzos, llegamos a ensayar en una imprenta en Barracas para ahorrarnos el mango, pasamos por Flores, por el Centro, y algunas veces en La Boca, pero era difícil porque hay pocas salas”, rememora.

Las letras suelen definir la identidad de una banda, y en el caso de La Caminito la marcan a fuego. La letra del tema “Gladiador de mil batallas”, por ejemplo, está íntegramente dedicada a la tragedia de Cromañón. Y “El país que no miramos”, al estallido social del 19 y 20 de diciembre de 2001. En cuanto al estilo, el músico señala que el grupo es como “una sopa musical”, porque incorpora elementos del rock, del tango, la murga, el candombe, el reggae, el blues y el hard rock. Casi como un reflejo de la variedad cultural y artística de La Boca.

La última joyita es “Quinquela”, un tema inédito del tercer disco, que aún no salió a escena. Como el nombre lo indica, es un homenaje a Benito Quinquela Martín, y es una canción bien boquense. “Él es un referente, un ícono de La Boca. Nosotros nos identificamos con él, porque ha ayudado mucho a la gente, haciendo un teatro, la escuela y el museo. Lo que notamos es que hay homenajes a Quinquela en tango y murga, pero no en el rock, y decidimos hacerlo”, cuenta Seba.

El tema es una muestra completa del estilo de La Caminito. “Contamos cosas que suceden en La Boca, y que solo sabemos los que somos de acá. En una parte por ejemplo dice: ‘tiemblan esos yotis cuando pasa el tren’, por la vibración que sienten los conventillos que están al lado de las vías”, explica. “Sé lo que es el mambo, soy nacido y criado en la calle Caminito –dice Sebastián y de la mano de su historia, la elección del nombre para la banda-. Curto la calle desde los 5 años, siempre con respeto a todos, a la gente grande, a los niños. Mis viejos me enseñaron el camino del respeto, que te abre la puerta en todos lados”, reflexiona Sebastián.

La banda no sólo habla el lenguaje de su barrio, sino que también asume un compromiso con sus habitantes. “Nuestra mirada siempre fue la de ser una banda solidaria, involucrándonos en los eventos de este tipo, haciendo pasar a la gente un grato momento. Estuvimos y estamos en los incendios en conventillos, o inundaciones, haciendo shows a beneficio, convocando a bandas hermanas, siempre buscando tocar y ayudar para recaudar”, afirma Sebastián.  No obstante, aclara que una “política” firme del grupo es justamente el “cero política”. Dice que distintos partidos, sindicatos u organizaciones le ofrecieron tocar, pero “a todos les dijimos que no por este motivo, y lo entienden”.

Este 18 de septiembre, La Caminito Rock se presentará en Casa Rincón (Rincón 1330, San Cristóbal). Será una presentación muy particular, la primera desde que apareció el Covid (sin contar shows como el que dieron en Vuelta de Rocha el 28 de agosto en el cumpleaños de La Boca, más breves y abiertos). Sonarán canciones de los tres discos de la banda: el primero, homónimo, de 2009, el segundo (“Y que nadie intente derribar tus sueños”), y el tercero, todavía en proceso de grabación, llamado “Seguir (a pesar de todo)”, en el que aportó su guitarra Napo, dueño del Samovar un espacio mítico del barrio donde suele tocar La Caminito.

Para la banda será un momento especial, luego de padecer la pandemia. “Nos cortó una gira nacional e internacional, que estaba confirmadísima, con fechas para Montevideo, Villa María, Mendoza, Chivilcoy, Pergamino, Bahía Blanca, y El Bolsón. Ensayamos durante meses por videollamada, metiéndole. Para el 10 de abril de este año teníamos reservada una presentación en Gier, en Colegiales, y justo empezaron las restricciones de la segunda ola. Por eso, es como una gran revancha volver ahora en Casa Rincón”, cierra Sebastián. Que sea rock entonces, y si es boquense, mucho mejor.