Por las huellas de Vicente

Sus altorrelieves nos sorprenden. Se multiplican en los frentes de La Boca. Cantinas, restaurantes, viviendas. Muchos están desmejorados. Para concientizar sobre la obra de Vicente Walter y exigir una ley que la proteja, un grupo de vecines y artistas organizó un tour performático. 

Por las huellas de Vicente

El sábado a las 8 se colocó el andamio. Cada turno para cuidarlo fue cubriéndose entre varias vecinas hasta que llegó Manuel, el restaurador. Se subió a lo largo de dos horas, mientras iban anotando, midiendo, dibujando y tocando partes del friso más grande y notorio dentro de la obra en cemento que Vicente inmortalizó en la antigua cantina La Barca de Bachicha, frente al puente Transbordador Nicolás Avellaneda. Actualmente, ese edificio derruido, invadido por el palan palan, el moho y la fragilidad, está perseguido por la idea fantasmal de ser desaparecido.

A las 14.15 una pareja de tanguerxs drag se encaminan por la Ribera, al frente del Riachuelo. Una de ellas tocando el acordeón. Su compañera atajándose los pantalones con pecho erguido, iniciaban la pequeña procesión de personajes que se dirigió hacia la Plaza de los Suspiros. Comenzaron a maquillarse, sentadxs en círculo mientras la gente se fue acercando y sacando fotos, preguntando qué pasaba. Llegó un cocinero con una gigante olla que más tarde usó como Gong para dar inicio al tour.

Una imponente auto bomba se acercó por el empedrado, desde el lado de Barrio Chino. Estacionaron en la vereda, mirando hacia Proa, y allí se bajó una comitiva pequeña de Bomberos de la Vuelta de Rocha, haciéndose presentes para dar testimonio de la vecindad en movimiento.

La gran olla sonó, el acordeón comenzó a motivar la danza, la gente se encendió y emprendió la marcha hacia Magallanes, frente a dos relieves en forma de ópalo. Dos tanguerxs en pose, escenografía de un cantante de tango y una danza con distanciamiento social, pero sensualidad al fin, entre el cocinero y la acordeonista queer. La guía turística es una María Antonieta sudaka, toda amarilla chillona, con taconeo presuntuoso y megáfono encendido.

Segunda posta, el relieve de Quinquela, ubicado en Del Valle Iberlucea, frente a Caminito. Una prostituta de entre casa recita su poesía y cuenta cómo llegó a ser ese gran artista, adoptado por el barrio. Retratado por Vicente. Continuando por la Avenida Pedro de Mendoza, unos marineros fornidos son el arco de entrada de un local cerrado. Realistas y presentes, en un pasado portuario diferente, son el fondo de una postal: tanguera queer gritando verdades barriales, defendiendo La Boca con uñas y dientes, mientras el acordeón acompaña las dos figuras tangueras vestidas de rojo y negro.

Cruzando a la costanera, un tango a capela y un grupo más grande de personas, mientras la prostituta marca distanciamiento social con un lisoform y un rociador con alcohol entre lxs transeúntes. La acordeonista toca Bella Ciao y la gente corea bailando y aplaudiendo. Al llegar al frente del friso, lxs performers se detienen e imitan algunas posiciones. El friso cobra vida y se refleja como un espejo, frente a frente. Las personas ovacionan el final y algunxs se acercan a mirar más de cerca el altorrelieve de 16 metros, una línea histórica dividida en cuatro escenas: un abrazo en la finca de viñedos, unos obreros portuarios, un barco llamado Vicente Walter y una familia en el puerto, recién llegada.

El colectivo Vicente Walter Presente organizó esta performance con el fin de concientizar a lxs vecinxs e impulsar un proyecto de ley de Interés Cultural que proteja la obra que creó este albañil, vecino, dueño de muchos gatos, bohemio y artista popular.

 

 

Cemento Vivo

La vida y la obra de Vicente Walter fue recuperada en el documental de seis episodios Cemento vivo, que se estrenó en 2017. Dirigido por Roly Rauwolf, con guión de Alejandra Fenochio y del propio Rauwolf, el documental tiene como elenco a la comunidad de La Boca y rescata al artista del cemento desde las voces de quienes lo conocieron.

Apenas unos días antes del tour performático que, al igual que el documental, buscó rescatar a Vicente del olvido, llegó la triste noticia de la muerte joven de Roly Rauwolf. Nuestro mejor homenaje es recomendar su documental, que pueden verlo en Youtube, buscándolo como Cemento Vivo.