La calle no es un lugar para vivir

Todes celebramos la aparición de M., la niña de 7 años en situación de calle, que estuvo secuestrada durante 3 días. Su caso puso en evidencia la realidad de miles que todos los años denuncian las organizaciones que trabajan con personas que viven en la calle.  Sin número oficiales, sin diagnósticos precisos, con las urgencias a flor de piel, son muchas las M. que crecen entre la vulneración y el desamparo del Estado.

La calle no es un lugar para vivir

La búsqueda de la pequeña activó la Alerta Sofía por parte del Ministerio de Seguridad y un operativo que incluyó a las Fuerzas nacionales, provinciales, de la Ciudad y a gran parte de la sociedad. Finalmente, fue una vecina quien la encontró y dio aviso a la policía local.

Según el último censo de 2019, realizado por organizaciones sociales, hay 7251 personas sin techo en la ciudad de Buenos Aires y, de ellas, 871 son niños y niñas. Aunque el Gobierno afirme que son 1441. Las estimaciones del 2020 no son nada alentadoras, aunque la cuarentena impidió realizar un nuevo relevamiento, la pandemia no hizo más que profundizar la crisis económica que sigue arrojando personas por debajo de la línea de pobreza y dejándolas literalmente a la intemperie.

Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), señala que las partidas destinadas a vivienda en la ciudad "vienen disminuyendo constantemente durante los últimos cuatro años" y "en el presupuesto de 2021 baja un 17 por ciento en relación al año anterior".

En la misma línea, los fondos previstos a la protección de las personas en situación de calle "no contempla ningún aumento presupuestario para el 2021".

“Una persona en situación de calle es una persona a la que le faltan todos los derechos porque se los arrebataron. Esta problemática está invisibilizada y hasta se ha convertido en un paisaje. No podemos seguir permitiendo que la calle sea un lugar donde las personas vivan”, sentenció el diputado de Frente de Todos, Federico Fagioli, durante la presentación del proyecto de Ley Nacional para personas en situación de calle y familias sin techo.

A través de la creación de una red de Centros de Integración Social, la puesta en marcha de un sistema de atención telefónico permanente y gratuito, la suspensión de los desalojos por 24 meses y la realización relevamiento anual, el proyecto busca salir de la lógica del parador con respuestas integrales.

Por su parte, el legislador del Frente de Todos, Santiago Roberto, presentó el último jueves, un proyecto para crear un programa de "Atención para Familias en Situación de Calle", que propone otorgar una actualización de los montos que perciben las familias (hoy de 8.500 pesos), por 500 Unidades Fijas, lo que refleja un monto de 19.500 pesos. En los casos en que el grupo familiar esté integrado por personas con discapacidad y/o adultos mayores los montos se incrementarán un 50%. Lo mismo ocurrirá cuando la persona solicitante resulte víctima de violencia familiar o de género.

Al respecto, Roberto manifestó que “ante la inoperancia del gobierno de la Ciudad para brindar asistencia a personas que viven en extrema vulnerabilidad social, proponemos un proyecto que busca actualizar los montos de los subsidios a números que se asemejen a la realidad y poder garantizar un techo a quienes viven en la calle.”

El caso M. es la evidencia de los graves problemas que la ciudad más rica del país arrastra en materia de desigualdad. Frente a instituciones más preocupadas en tapar la realidad que en solucionarlas, visibilizar está situación es un paso para pensar las políticas estructurales que se necesitan para que estás personas y, fundamentalmente, estas niñeces recuperen sus derechos.