Comisarías de plomo

Según las memorias de sobrevivientes que fueron brindando su testimonio en los últimos 40 años, son varias las comisarías de la Federal ubicadas en Barracas y La Boca que funcionaron como centros clandestinos de detención y tortura. Te contamos cuáles.

Comisarías de plomo
  • Carlos Loza, Rodolfo Picheni y Oscar Repossi eran trabajadores del puerto y militantes. El 16 de diciembre de 1976 fueron secuestrados del local del Partido Comunista de Barracas, sobre la calle Herrera, junto con Héctor Guelfi. Los sorprendió una patota de civil, que llegó en patrulleros de la comisaría 30. Los cuatro ingresaron con los ojos descubiertos: por eso nunca tuvieron dudas de que habían estado allí. Sus ingresos en la seccional nunca fueron registrados. De allí fueron llevados a la Escuela de Mecánica de la Armada donde estuvieron 21 días desaparecidos. Loza testimonia en juicios por delitos de lesa humanidad desde los ’80. Pero el rol inicial de la comisaría 30 para la Justicia siempre queda relegado. Por eso insiste en la importancia de que se investigue: “forman parte de la estructura de la represión”.

 

  • Almirante Brown y Olavarría, 16 de marzo de 1976. Oscar Daniel Berroeta tenía 22 años y fue detenido por policías de la comisaría 26. Continúa desaparecido. Wenceslao Villafañe e Isabel La Católica, octubre de 1976. Una joven fue secuestrada y llevada a esa seccional, donde permaneció 13 días. En 1983 el diario La Prensa publicaba una nómina de 106 cadáveres en cuya inhumación había intervenido la Morgue Judicial, investigada por irregularidades. En el listado figuraba Juan Alberto Cardozo. Decía que había pasado por el Consejo de Guerra Especial Estable Nº 1 y que su cuerpo había sido remitido a la morgue desde la comisaría 26. Por todo esto y lo que seguramente resta por saber, la seccional de Montes de Oca 861 aparece entre los sitios que funcionaron como centros clandestinos.

 

  • María del Socorro Alonso y Guillermo Oscar Segalli militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. El 11 de agosto de 1976 estaban haciendo una pintada en la calle Lamadrid. A eso de las cuatro de la madrugada, fueron detenidos por agentes de Prefectura, pero un patrullero los llevó a la comisaría 24. “Llegamos sin vendas (en los ojos), llenamos la boletita. Hasta ahí, todo legal –recuerda-. Yo entré caminando, a mi compañero lo obligaron a arrastrarse. Nos golpearon”, relata. Después, fueron trasladados a la Superintendencia de Seguridad Federal o Coordinación Federal. Alonso fue liberada en enero de 1978. Segalli fue pasado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. En enero de 1978 fue sacado de la cárcel de La Plata con destino incierto. El periplo que había comenzado en la comisaría 24 de La Boca concluyó con su desaparición.