Denuncian condiciones inhumanas en las comisarías porteñas

Un informe del Sistema de Control de Cárceles relevó la pésima situación en que se encuentran las personas detenidas en la Ciudad de Buenos Aires: lugares que triplican su capacidad, sin ningún tipo de ventilación, ni condiciones mínimas de higiene. A pesar de ser lugares de tránsito, hay presos que llevan un año alojados en estos sitios.

Denuncian condiciones inhumanas en las comisarías porteñas

Entre comisarías y alcaidías, la Ciudad tiene capacidad para alojar a 543 personas, actualmente hay 1.155. Además, deberían ser lugares de tránsito por 48 horas como máximo hasta que las personas son trasladadas a las cárceles y, en la actualidad, hay presos que permanecen meses y hasta años.

Los datos se desprenden de tres inspecciones realizadas la semana pasada por el personal del Sistema de Control de Cárceles en la comisaría 7A de Flores, la Alcaidía Comunal 9 Bis de Parque Avellaneda y la comisaría 1C de Constitución.

Además del hacinamiento, muchos detenidos se turnan para dormir porque tienen colchones para todos o duermen sobre cartones, no tienen ventilación, por lo que deben turnarse para respirar cerca de las rejas; no cuentan con espacio de esparcimiento y reciben comida en mal estado.

En la comisaría 1C de Constitución, hay cinco celdas individuales, una deshabilitada porque se utiliza como baño y seis colectivas, con capacidad para 21 personas, pero había 34. El informe marcó que en rigor debería haber 13 detenidos porque esa es la cantidad de bancos para colchones donde dormir.

“Ninguna de las celdas (individuales ni colectivas) cuenta con inodoro o letrina utilizable, por lo que los detenidos deben solicitarle al personal policial la apertura de la celda o utilizar botellas a tal fin. Las celdas cuentan con escasa ventilación y deficiente ingreso de luz natural toda vez que la comisaría está asentada bajo autopista”, detalla. Los presos que dialogaron con los integrantes del Sistema señalaron que las ventanas de las celdas no pueden abrirse y que la luz es casi nula porque la eléctrica está apagada todo el día. Hay dos extractores de aire, pero uno no funciona y el segundo se apaga a la noche, “lo que dificulta aún más la ventilación, generándose una situación de encierro sofocante”, señala el informe al que accedió Infobae.

En las celdas no hay matafuegos y la caja donde debía estar la manguera de presurización se encuentra vacía.

Otro punto crítico del informe es la comida. Da cuenta de cantidades insuficientes y en mal estado. “Durante la recorrida, los detenidos relataron que de las cuarenta (40) viandas entregadas el domingo 12 de marzo, sólo ocho (8) se encontraban en condiciones de ser consumidas”.

En la comisaría 7A de Flores, hay dos celdas individuales y una colectiva. Esta última es de dos metros por cinco, con una capacidad para 6 personas, pero al momento de la inspección había 11. Los detenidos no tienen duchas y se higienizan en las celdas con botellas de agua.

La última inspección fue a la Alcaidía 9 Bis, ubicada en Parque Avellaneda. Cuenta con cuatro celdas individuales y tres colectivas. La capacidad total es para 18 personas, pero había 42, cuatro de ellas ya condenadas por la justicia. Entre los presos hay dos mayores de 65 años, otro de 69 y de 75 con problemas de salud. Y 10 de ellos están allí hace más de un año.

El Sistema de Control de Cárceles promueve acciones para asegurar el respeto a los derechos humanos de las personas privadas de su libertad. Los monitoreos son una instancia clave para poder dejar al descubierto las situaciones penosas que se viven en los lugares de encierro.  El organismo está integrado por jueces, fiscales y representantes de la Procuración Penitenciaria de la Nación, la Procuración General de la Nación, la Defensoría General de la Nación, el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación Pensamiento Penal y la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires.

 

Fuente: Infobae