Hasta siempre Hebe

La incansable luchadora y presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, falleció este domingo a sus 93 años. Bajo la consigna "amor con amor se paga", desde la Asociación informaron que el próximo 24 de noviembre, a las 15:30, despedirán a la referente en la ronda de los jueves.

Hasta siempre Hebe

Tras conocerse la noticia de su muerte, el Gobierno decretó tres días de duelo nacional. La vicepresidenta, Crisitna Fernández, fue la primera en despedirla a través de sus redes: "Dios te llamó el día de la Soberanía Nacional… no debe ser casualidad. Simplemente gracias y hasta siempre".

"Hasta siempre Hebe. La Asociación Madres de Plaza de Mayo comunica que nuestra presidenta, Hebe de Bonafini, cambió de casa, como ella siempre dijo de sus compañeras que la precedieron en la partida. Seguirá para siempre en la Plaza de Mayo. ¡Ni un paso atrás!", escribieron desde la organización en un comunicado difundido en sus redes sociales.

También anunciaron que este jueves despedirán a la titular de Madres en la habitual ronda que realizan en la Plaza todas las semanas. Sus restos descansarán en Plaza de Mayo, al igual que los de Azucena Villaflor de Vicenti, fundadora de Madres, desaparecida por la dictadura en 1977.

"Nos enseñaste a caminar, ahora nosotrxs seguiremos tus pasos. #HebeEterna", expresaron.

Hebe, la madre parida por sus hijos, comenzó su camino eterrno en 1977 con la búsqueda de sus dos hijos biólogicos: Jorge y Raúl, militantes comunistas, secuestrados por la última dictadura. Junto a otras mujeres empezó a reunirse en la Plaza de Mayo para exigir conocer el paradero de sus hijos. A fuerza de coraje e resistencia se transformaron en símbolo de la lucha por los derechos humanos en el mundo.

Hebe, la Madre de miles de jóvenes que encontraron en su lucha y sus palabras cobijo, camino y un faro durante la década de los 90, cuando el neoliberalismo metamorfoseaba la política en entrega e impunidad.  Ella hizo de la maternidad un hecho político y colectivo, reivindicó la lucha revolucionaria de los hijos y la multiplicó en la de miles: construyó casas, fundó una radio, una universidad popular, un centro cultural, desde donde politizó hasta la cocina.

Su legada está allí, en cada una de sus batallas.