Cinco años sin Justicia

El 4 de mayo de 2016, en un hecho tan inédito como brutal, dos militantes de La Boca fueron heridos de gravedad dentro de una oficina pública donde se realizaba una reunión de vecines de la Comuna 4. Media década después, los miembros de la patota acusados de intento de homicidio aún no fueron juzgados.

Cinco años sin Justicia

Dicen que, si es lenta, la Justicia es injusta. Y si bien sus tiempos ya no sorprenden a nadie, siempre es importante hacer memoria cuando de impunidad se trata. Hace 5 años, el 4 de mayo de 2016, una patota casi mata a dos personas en una reunión de casi doscientos vecinos y vecinas de la Comuna 4. La violencia fue registrada por las cámaras de seguridad de las oficinas públicas donde sucedió. También hubo fotos y decenas de testigos. Sin embargo, los responsables de golpear hasta dejar inconsciente a Fernando Abal Medina y de haberle cortado el cuello con un cuchillo a Matías Scinica aún no fueron condenados. La fecha para comenzar el juicio oral fue fijada por el Tribunal Oral en lo Criminal 18 para el 28 de abril del 2020. La pandemia impidió el inicio y hoy, un año después, no hay noticias sobre su reprogramación. Vale aclarar que, si bien el Poder Judicial frenó su actividad en marzo cuando se estableció el aislamiento social obligatorio, a mitad del año pasado se puso nuevamente en marcha y muchos juicios orales pasaron de presenciales a virtuales. Pero este parece no ser el caso.

En el expediente por los hechos del Consejo Consultivo están imputados Rodolfo Manuel Corzo (padre), Rodolfo Manuel Corzo (hijo) y Walter Ariel Ortiz como coautores de los delitos de homicidio simple en grado de tentativa contra Matías Scinica y Fernando Abal Medina; mientras que otras dos personas, Marcelo Ramón Riquelme y Ezequiel Adrián Yedro, están procesados por uno de los dos casos –el primero contra Scinica y el segundo contra Abal-.

Aquel 4 de mayo de 2016 se llevaba a cabo una reunión del Consejo Consultivo de la Comuna 4 en su sede de Centenera con la presencia de más de 150 vecines y representantes de diferentes organizaciones sociales y políticas de los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya. A menos de una hora de comenzar el encuentro, un grupo ubicado al fondo del salón comenzó a interrumpir, amenazar y agredir a quienes se habían acercado a plantear su oposición a la privatización de los terrenos de Casa Amarilla. En ese contexto Scinica, por entonces miembro de la organización Boca es Pueblo, fue herido de una puñalada en el cuello y Abal Medina, golpeado hasta perder el conocimiento.

La maniobra fue ejecutada por la mano de obra de Rodolfo “El Cordobés” Corzo, un histórico puntero del PJ que cumplía funciones como Agente de Poder de Policía en la Comuna 4 que, en aquel momento, era presidida por Jorge Apreda (PRO). En la patota que reclutó desde temprano en su camioneta Amarok blanca, también estaba su hijo Rodolfo, el joven desencajado que se ve en las fotos empuñando un tramontina y autor del corte en el cuello a Scinica. El otro herido, pero a golpes, fue Abal Medina, militante de la JP Descamisados de La Boca, quien había salido del lugar a buscar una ambulancia y, en pleno cruce de las avenidas Perito Moreno y Centenera, recibió un golpe que lo desmayó. Aunque estaba inconsciente, la patota siguió pegándole en el piso. Todo ocurrió en una sede comunal liberada de seguridad.

Por entonces, ambos Corzo eran empleados del Gobierno porteño. El hijo fue desvinculado en enero de 2017 y tras algunos meses detenido, espera el juicio en libertad. El “cordobés” siguió cumpliendo tareas en la Comuna hasta que en 2018 fue cesanteado por el Gobierno porteño. En septiembre de 2016, ambos fueron expulsados del Partido Justicialista por el Tribunal de Ética y Disciplina.

“Es indiscutible, a partir de las constancias acumuladas en la causa penal, el involucramiento activo de distintas instancias del Gobierno de la Ciudad en el ataque directamente destinado a frustrar toda posibilidad de discutir en el ámbito de la Comuna 4 el destino de los terrenos de Casa Amarilla, y en el posterior intento de que los responsables quedaran impunes”, analiza hoy María del Carmen Verdú, abogada de Correpi y querellante en la causa en representación de Scinica. Y luego le pone nombre y apellido: “La patota fue el instrumento, pero el mandante fue Horacio Rodríguez Larreta”.

En la misma línea, la organización La Boca Resiste y Propone reflexiona a cinco años de los brutales ataques: “Nosotros, quienes integramos este espacio, sabíamos ese 4 de mayo y sabemos este, que poder judicial no es justicia. Hoy esto queda evidenciado y al descubierto para que todos y todas sepan, el daño que la connivencia entre poderes, trae a nuestras sociedades”, señalaron en sus redes.

El blanco de los ataques en la reunión del Consejo Comunal 4 de 2016 fueron les vecines y organizaciones que se oponían a la privatización de los terrenos de Casa Amarilla y a otros negocios inmobiliarios impulsados por la gestión PRO. Herir de muerte a la participación –que había logrado activar el Consejo Consultivo a pesar de la Junta Comunal- fue otro de los objetivos.

Cinco años después, las 3 hectáreas del predio de Casa Amarilla ya no son públicas. El Gobierno porteño se las vendió al Club Atlético Boca Juniors en una licitación a medida a la que sólo se presentó la entidad, por entonces presidida por Daniel “Tano” Angelici. Sin embargo, el objetivo a mediano plazo al que apuntaba el radical macrista no avanzó. El estadio shopping pareciera haber quedado atrás luego del cambio de gestión que en diciembre de 2019 puso al frente a Amor Ameal. Actualmente, el presidente xeneize apuesta por la ampliación de la Bombonera y tiene casi listo un proyecto de ley para enviar a la Legislatura.

La participación vecinal en La Boca continúa resistiendo los negocios inmobiliarios apañados por el Gobierno porteño y organizando decenas de espacios para paliar la crisis económica y sanitaria que golpea al barrio.