Sin secundaria para adultos en la villa 21-24

El Gobierno nacional desfinanció el Plan Fines, que le permitía terminar la escuela media a personas mayores de 18 años. En la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Educación prometió sostenerlo en la modalidad de los CENS. Pero a punto de llegar mitad de año, esto no ocurrió. La situación se agrava para quienes viven en barrios populares, sin otras posibilidades. En Barracas hay 158 estudiantes esperando que inicien las clases.

Sin secundaria para adultos en la villa 21-24

“A finales de 2022 logré finalizar mi año escolar, mi último año finalmente y sentí una total felicidad por todo lo que me brindó y por todo lo que sabía que podía brindar a otras personas. Es por eso mismo que creo que la secundaria para adultos de la Escuela 6 debe permanecer, porque así como yo tuve mi oportunidad sé que hay un montón de adolescentes, adultos y adultos mayores que la pueden tener, porque nunca es tarde, siempre hay tiempo y creo que a todos nos llega el momento de poder cumplir todas nuestras metas”. El que habla es Gabriel. Vive en la villa 21-24 de Barracas. Y aunque terminó el secundario para adultos hace más de un año, hoy decidió contar su experiencia porque la escuela de su barrio está en peligro. El plan que le permitió tener el título de educación media y cursar la licenciatura en Relaciones de Trabajo se llamaba FINES. Y como a tantas otras políticas de inclusión, el nuevo gobierno nacional de Javier Milei decidió dejar de financiarlo. Ante el inminente cierre, a principios de este año la gestión de Jorge Macri en la Ciudad se comprometió a continuar con el FINES en el formato de CENS (Centros Educativos de Nivel Secundario para mayores de 18 años). Pero ya es junio y el CENS de la Escuela 6 no abrió. La Dirección de Educación de Adultxs y Adolescentes de la CABA aún no ha designado docentes, por lo que no han podido iniciar las clases. Hay 158 estudiantes que están esperando desde febrero. Y entre elles, hay 20 que necesitan rendir para aprobar sus últimas materias, tener el título secundario y si quieren, continuar estudiando.

En barrios populares como la villa 21-24, las escuelas secundarias para adultxs cumplen un rol fundamental. La mayoría de les estudiantes trabajan en condiciones precarizadas, en changas o como empleadas de casas particulares. Muchas son mujeres y tienen a cargo a sus familias.

Testimonios como el de Gabriel se repiten en el barrio; y es que sin el FINES, muchos y muchas no hubieran podido terminar la secundaria. La propuesta nació hace 10 años y en esa década, se egresaron más de 70 personas con el título de Bachiller orientado en Salud. La mayoría, luego siguió una carrera universitaria o terciaria. “Nuestra escuela funciona desde 2014 a través Plan Fines conveniado entre el gobierno nacional que enviaba los fondos a la Ciudad para los salarios docentes. La Ciudad administraba el Plan en su territorio. Este año, el Estado nacional no financió más el Fines por lo que la Ciudad se comprometió a abrir el CENS pero no ha hecho nada aún”, explica la profesora y referenta pedagógica Leonor Gallardo.

“Nosotrxs funcionamos en la Escuela 6 -Av. Iriarte 3500- y tenemos docentes para todas las materias por lo que las acciones de la Ciudad deberían haberse resuelto para iniciar las clases en marzo. Como no lo hicieron, tuvimos una reunión en la Dirección del Área de Educación de Adultxs y Adolescentes y nos prometieron iniciar en abril. No lo hicieron”, dice Leonor. Luego, los convocaron a otra reunión y comunicaron formalmente por correo electrónico el inicio el 6 de mayo. A 3 días de esa fecha, enviaron un comunicado oficial en el que se postergaba el inicio de actividades (exámenes, clases, etc.) sin fecha definida. “Entendemos que la Ciudad tiene la obligación de garantizar el derecho a la educación de sus vecinos y vecinas. Lo establece la Constitución Nacional y la propia Constitución de la Ciudad”, dice Leonor.

En barrios populares como la villa 21-24, las escuelas secundarias para adultxs cumplen un rol fundamental. La mayoría de les estudiantes trabajan en condiciones precarizadas, en changas o como empleadas de casas particulares. Muchas son mujeres y tienen a cargo a sus familias. Por eso, junto con el programa Primera Infancia, crearon una sala de cuidados infantiles para las y los hijos que acompañan a las estudiantes.

La carta de una alumna, escrita de puño y letra al director del Área de Educación del Adulto y el Adolescente, Pedro Schiuma, lo dice todo: “desde mi humilde lugar de alumna le suplico la apertura del Cens 6 lo antes posible para que pueda cumplir con mi sueño de terminar mis estudios y obtener mi título para poder demostrar a la sociedad que nunca es tarde para progresar y salir adelante”.