"Queremos a los estudiantes en clases, no en la calle"

Docentes y estudiantes del Isauro Arancibia realizaron un abrazo simbólico al edificio de Paseo Colón al 1300 para denunciar que hace 10 días debieron suspender las clases por desbordes de fluidos cloacales provocados por las obras del Metrobus en la zona. Hasta ahora, no tuvieron ninguna respuesta de las autoridades porteñas.

"Queremos a los estudiantes en clases, no en la calle"

La comunidad educativa del Centro Educativo Isauro Arancibia (CEIA), al que asisten niñes y jóvenes en situación de calle, realizó este lunes un abrazo simbólico y una conferencia de prensa para reclamar respuestas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la situación del establecimiento, que debió cerrar hace más de una semana y permanece inundado con fluidos cloacales.

Según explicaron las autoridades del Isauro, las obras del Metrobus en la zona taparon las salidas cloacales y los fluidos comenzaron a emerger dentro del centro educativo. "Tenemos la escuela llena de excrementos y aguas servidas; no se puede estar adentro hace 10 días", denunció la coordinadora del establecimiento, Susana Reyes, quien enfatizó que "lo peor de todo es el silencio de las autoridades, como forma de violencia total".

Hay un desamor, una desatención por la educación pública, que evidencia lo mentiroso del discurso de (Horacio Rodríguez) Larreta cuando dice que la educación es lo prioritario para ellos, mientras no garantizan la educación a quienes más lo necesitan", expresó en diálogo con Télam.

"Esto nos afecta un montón porque acá vienen muchas personas en situación de calle que vienen a dejar a sus hijos y buscar los alimentos. Esperamos una pronta solución", aseguró, la presidenta del centro de estudiantes Teresa Pereyra.

Durante la conferencia, estuvieron presentes también los legisladores porteños del Frente de Todos, María Bielli y Matías Barroetaveña, representantes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), de organizaciones sociales como Proyecto 7 y cooperadoras de escuelas cercanas.

"'Cada día de clase cuenta' es el slogan del Jefe de Gobierno porteño, pero evidentemente en escuelas como estas, que tienen un proyecto educativo inclusivo, de puertas abiertas, se ve que cada día de clase no es tan importante", cuestionó Bielli.