Aulas bajo cero

El “Mapa del Frío” presentado por UTE y la Multisectorial por la Escuela Pública mostró que al menos 6 escuelas de la Comuna 4 tienen problemas de calefacción. Denuncian que los reclamos en el sur tienen menos respuesta que los del resto de la Ciudad.

Aulas bajo cero

Para decenas de escuelas, las paredes, el techo y las puertas cerradas no son garantía de evitar el frío extremo que trae el invierno en la Ciudad de Buenos Aires. El “Mapa del Frío” que el sindicato docente UTE y la Multisectorial por la Escuela Pública dieron a conocer a finales de junio, mostró que el 20% de las instituciones educativas porteñas tienen problemas de infraestructura, y la mitad de ellas, directamente presenta inconvenientes en el sistema de calefacción.

Como es habitual en estos temas, el sur porteño no escapa a esta problemática. Seis escuelas de la Comuna 4 fueron mencionadas en el documento, donde sus comunidades educativas contaron sus realidades. Son la 4 “Enrique Banchs”, dentro del Instituto Bernasconi de Parque Patricios, la 11 “República de Haití”, la Técnica 10 “Fray Luis Beltrán” y la 3 “Bernardo de Irigoyen” de Barracas, todas del Distrito Escolar 5, y la Infantil 3 y Primaria 19 “República Italiana” del Distrito 4 de La Boca.

Otras tantas, fundamentalmente en Villa Soldati, Lugano y Mataderos, completan el panorama en el sur. Aunque a diferencia de temas como la falta de vacantes o de oferta educativa, no existe una gran distancia con lo que pasa en el norte y centro, donde también tienen decenas de escuelas afectadas.

“Donde sí hay fuerte diferencia es en la respuesta a las problemáticas; acá demora mucho más, a veces no hay respuesta o se dan parches. Hay escuelas como la 14 del Distrito 19, en Pompeya, donde ya desde antes de la pandemia se hicieron frazadazos porque no tienen gas y todavía sigue sin solución. O la Nº 13 del Distrito 6, en Balvanera, donde se pusieron estufas eléctricas que hicieron saltar la térmica”, introduce Pablo Francisco, secretario de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo de UTE.

El panorama de este 2022, el primer año con presencialidad completa tras la pandemia, mostró un escenario preocupante: “cada vez hay más problemas de infraestructura por la falta de mantenimiento y tampoco se le dio solución a los que habían sido denunciados”, dice, y aporta que “lo más grave es que la mayoría son alertados previamente por las comunidades”.

Para Francisco, esto ocurre por la subejecución presupuestaria que el Gobierno de la Ciudad lleva a cabo en el rubro. “La situación es peor que antes porque en 2020 prácticamente no hubo obras y en 2021, muy pocas, entonces todo tiende a empeorar. Se ejecutó solo el 60% del presupuesto de infraestructura escolar el año pasado y en el primer trimestre de 2022, solo el 10%, lo que hace intuir que esa cifra puede ser todavía más baja al finalizar el año”, plantea.

“Cada vez hay más problemas de infraestructura por la falta de mantenimiento y tampoco se le dio solución a los que habían sido denunciados”

El edificio del Instituto Bernasconi (Catamarca al 2100) tiene más de 90 años. Posee los techos muy altos, no da el sol y por la falta de mantenimiento, tiene serias deficiencias en infraestructura. La peor parte les toca durante el invierno a les pibes de la Escuela Nº 4 “Enrique Banchs”, que tiene jornada simple con doble matrícula, en el ala que da a calle Rondeau. Allí no anda la calefacción desde principios de año. “Entran a las 7.30, todavía de noche. Como todas las aulas están ocupadas, no van a comedores, sino que deben desayunar en las aulas. No queda otra que bancarse el frío, porque además por protocolo, mantenemos la ventilación cruzada”, cuenta Mariela, delegada de UTE en el Bernasconi.

El problema de la calefacción en este instituto es difícil de solucionar por un motivo extra: el edifico es “monumento histórico”, lo que impide romper sus paredes. A eso se suman las constantes caídas de mampostería, que obliga a que haya andamios en forma permanente en medio de pasillos y patios. “Hay un abandono por parte de la Ciudad, algo llamativo en una escuela situada dentro del Distrito Tecnológico”, cuestiona Mariela.

Martín Berreña es “docente itinerante” dentro del Distrito 5. Sostiene que “hay mucha disparidad” entre las escuelas, pero cita ejemplos como el de la 7 (ausente del relevamiento de UTE), donde “no hay calefacción en ningún aula”. “A esto se suma que hay una población vulnerable que a veces no tiene acceso a abrigos suficientes”, aporta.

Martín es docente en la Escuela 12 situada en el Polo Educativo Barracas. Ahí el problema principal es –al igual que en toda la villa 21-25- la falta de agua por baja o nula presión. A principios de año, les pibes perdieron cinco días de clase. “Sobre todo en pandemia, no tener acceso al agua redunda en una peligrosa falta de higiene”. La situación no es peor -explica Martín- porque las autoridades de la escuela logran contactarse frecuentemente con los camiones hidrantes dispuestos para los comedores del barrio, desde donde, si tienen sobrantes, se acercan para llenar los tanques y sobrellevar algún tiempo más la falta de agua.