¿Qué pasa en las escuelas del sur?
Falta de agua, cortes de luz, mampostería que se cae entre ratas que deambulan por las aulas. Durante el último año, la pérdida de días de clases en las escuelas porteñas debido a malas condiciones de infraestructura va en aumento. Tras las vacaciones de invierno fue el turno de la Escuela 8 “Carlos Della Penna” de La Boca.
Terminaron las vacaciones de invierno. De los primeros seis días de clases, las y los alumnos de la primaria 8 de La Boca sólo tuvieron la mitad. Durante tres jornadas, las clases de los dos turnos se suspendieron porque en la escuela no había agua. Un caño de AySA se rompió y su arreglo empezó a complicarse. Para no perder más días, la dirección del colegio ubicado en Catalinas Sur pidió prestados lugares como la Usina del Arte y el club Boca. No tuvo respuesta positiva. Así fue que el viernes 4 de agosto estableció un cronograma en el que los chicos asistirían a la escuela día por medio, por tiempo indeterminado. De primero a cuarto grado un día; de quinto a séptimo, el siguiente. Los días que no les tocara presencial, les enviarían la tarea por mail (malos recuerdos de pandemia). El Gobierno porteño -que hace campaña con que el distrito es el que más días de clases por año tiene- no hizo ningún esfuerzo por garantizar la escolaridad de la que tanto habla. Quizás porque la escuela está en La Boca.
Quienes sí gestionaron una solución, fueron las madres y padres de la cooperadora: rápidamente, se comunicaron con AySA, empresa encargada del arreglo del caño de agua, para pedir un camión cisterna que todos los días llenara los tanques de la escuela. Conocían que esto era posible por otras experiencias, como la de la villa 21-24 donde no cuentan con agua corriente en muchas manzanas del barrio y a diario un camión suministra este derecho básico a sus familias. Tras la gestión de la cooperadora, el lunes 7 el camión de AySA ya estaba disponible. Los casi mil alumnos y alumnas pudieron volver a clase el miércoles 9. Sí, se podía.
Pero los problemas de infraestructura no son exclusivos de La Boca, aunque sí se concentran en los barrios del sur. La Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo del sindicato docente UTE presentó un informe donde relevaron que en el primer semestre en CABA “hubo 33.300 horas sin clases en escuelas porteñas; si dividimos esa cifra por los 92 días de clases que tendría que haber habido en el primer semestre, nos da alrededor de 550 estudiantes que por día no tuvieron clases por problemas de infraestructura”. En un 58,3% se debieron a falta de luz, gas y agua, como en Della Penna. Una de cada cuatro instituciones sin clases debieron suspender por la presencia de plagas; el 16,1% restante sufrió otros problemas edilicios. De las 94 instituciones educativas que denuncian problemas edilicios, 63 son del sur: el 67%.