Salones, aulas, baños, comedor. En la Escuela 11 de La Boca, las ratas andan por todos lados. También sus excrementos y un olor nauseabundo. “Empezamos a sentir un profundo olor ácido y putrefacto en los sobretechos y entretechos del 2° piso por las ratas muertas; encontramos excrementos y muchas personas de la comunidad vieron ratas vivas”, explica Kaia Pérez Coello, maestra de la escuela y delegada de UTE. Las familias se enteraron de lo que sucedía el jueves pasado, 1° de junio. Ese día, la conducción de la escuela les informó que había ratas, que habían informado de esta situación a la supervisión del distrito escolar y que vendrían a desratizar el viernes 2 de junio por la noche. Sin embargo, las clases de primaria y jardín no se suspenderían. Es decir, el viernes habría clases normalmente.

La Bucich, como se conoce a la escuela en el barrio, es de jornada completa por lo que cientos de niños y niñas almuerzan allí cada día. “Llama la atención que la actividad escolar siga como si nada y no se clausure el establecimiento por no garantizarse las condiciones básicas de salubridad e higiene”, señalaron las familias de la escuela en una carta que el 5 de junio le enviaron a la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña. Decidieron hacerlo luego de que el lunes, tras la desratización del viernes y transcurrido todo el fin de semana, en la escuela seguía habiendo ratas. Y, como si fuera poco, en la puerta de la escuela la responsabilidad recaía sobre ellos mismos: “la decisión de si quieren dejar a los chicos es de ustedes”.

La docente Pérez Coello explicó a Sur Capitalino que “la modalidad de la cuadrilla enviada por el Ministerio es ‘distribuir y colocar cebos’ en los distintos espacios de la escuela, y no vuelven más. No hay cuadrillas de limpieza profunda. Para garantizar días de clase quisieron hacer ingresar a estudiantes y docentes con un profundo olor a veneno y desinfectantes, y aun así al otro día se volvieron a encontrar 4 ratas vivas. Mientras tanto naturalizamos que nuestros chicos y chicas aprendan en estas condiciones insalubres”, señaló y reclamó “exigimos respuestas urgentes”.

Hoy, martes, las clases se dictaron con normalidad. Por la tarde vendría una nueva desratización. Preocupadas, las familias decidieron convocar mañana miércoles 7 de junio a las 8 a la puerta de la escuela, en Brandsen y Hernandarias, para pedir una solución y que el Ministerio que encabeza Acuña garantice condiciones dignas y el derecho a la educación para sus hijes. ¿Es posible enseñar y aprender en escuelas llenas de ratas?, le preguntan a la ministra en la carta. Parece que sí. La Escuela 11 de La Boca no es la excepción. Decenas de colegios públicos de toda la Ciudad vienen denunciando la misma situación desde hace meses.