El ritmo, el sonido y la tranquilidad que deberían tener algunas calles de la Comuna 4 se ve alterada hace años por la presencia de vehículos de tránsito pesado. Pese a que las normas viales fijan con precisión los lugares por donde camiones de gran porte pueden circular y lo prohíbe en otros, esta práctica se vuelve recurrente y a simple vista. Muches vecines han denunciado en distintas instancias este accionar, pero el Gobierno de la Ciudad hasta ahora no da respuestas.

La situación ocurre en varias zonas de la comuna. La lindera a la Estación Buenos Aires, en Parque Patricios, es una en las que el problema es más evidente. Los camiones provenientes o con destino al predio del CEAMSE de Amancio Alcorta al 3000 se acumulan sobre Miravé y Lafayatte, esperando su turno para ingresar al lugar. En estas calles no está permitido que circulen, pero todo se agrava al considerar que lo hacen a contramano.

“Son más de tres cuadras de fila de los camiones estacionados. Se quedan por horas, impidiendo el paso y además llenando de mal olor al barrio”, cuestiona Delfina, quien reside en Miravé y Lavardén. “Se escuchan decenas de frenadas todos los días porque no hay señalización ni semáforos, y muchos terminan en choques”, sigue la vecina, quien dice que la presencia de estos vehículos, cargados de elementos para desechar o volquetes, perjudica incluso la circulación del colectivo 118.

“La arteria de tránsito pesado es Amancio Alcorta y allí deberían hacer la fila para entrar al predio, por el lado de Pompeya. Pero los camiones se meten en Suárez porque acá no tienen loma de burro hasta Luna ni semáforo”, aporta asimismo Belén, otra de las residentes del Barrio Estación Buenos Aires, lindero a la terminal del Belgrano Sur. En esa zona residencial sufren fuertemente la presencia de los vehículos, ya que además de las casas hay dos jardines de infantes y un colegio primario. Los partidos de Huracán, a su vez, aumentan los incumplimientos, al mantener restricciones adicionales al tránsito por Amancio Alcorta.

La situación, sumada a hechos como el paso reciente de un camión de gran altura que arrastró los cables de la fibra óptica y dejó sin internet a decenas de hogares, hizo que muches vecines del barrio presentaran un reclamo conjunto al Gobierno de la Ciudad para pedir que el área de Tránsito tome medidas ante tal incumplimiento de la Ley N° 2362, que prohíbe expresamente la circulación de la red de tránsito pesado mayor a las 12 toneladas por las calles.

En Parque Patricios, los camiones provenientes o con destino al predio del CEAMSE de Amancio Alcorta al 3000 circulan por calles prohibidas y a contramano.

Sin embargo, desde el organismo encargado de regular el transporte en la Ciudad no hay mayor intervención. “Cuando llamé me dijeron: ´Esa zona es un desastre´, o sea que están al tanto. Me hicieron mandar mails a un montón de direcciones distintas, llamar a números que nunca me atendieron y me pasearon todas las veces", cuestiona. Este periódico se comunicó con el área de Tránsito, a cargo de Marcelo Fisch, pero no respondieron las consultas.

Ante esta inacción del Gobierno porteño, les vecines recurrieron a la Defensoría Pública Oficial, a través de la cual presentaron un oficio a la Subsecretaría de Transporte reclamando que coloquen de manera urgente agentes de tránsito en Suárez y Miravé. También exigen la instalación de semáforos en Amancio Alcorta y Lavardén, Luna, y Manuel García, así como Miravé y Luna y Lafayatte y el cruce de esta última con Suárez. Otro pedido, a su vez, insta a reforzar la señalética, alertando el “contramano” en Miravé. “Hasta ahora solo se han colocado reductores de velocidad, pero no ha surtido efecto alguno en el transporte público”, plantea una de las solicitudes.

Una historia que se repite

Este asunto se repite en otros puntos de la comuna. Un video difundido por el presidente de la Junta Comunal, Ignacio Álvarez, mostró el paso de 13 camiones en pocos minutos en La Boca, todos en áreas donde su circulación está prohibida, como la calle Brandsen. “No puede haber tanto abandono. Nos cansamos de presentar reclamos, pero no les importan lxs vecinxs”, denunció el dirigente del Frente de Todos.

Pero el paso indebido del tránsito pesado es una historia recurrente en la Comuna 4. Todo se agravó en 1999, cuando para fomentar el turismo en La Boca se impidió el paso de camiones por Pedro de Mendoza, y los vehículos de gran porte comenzaron a usar las calles internas para ir a Pompeya, Parque Patricios o el puerto. Para intentar regular este aspecto, en 2007 se fijó una nueva normativa que prohibió la circulación en calles como Suárez y Brandsen.

Sin embargo, siguieron los incumplimientos y lugares como la avenida Almirante Brown entre Pérez Galdós y la subida al Puente Avellaneda (Pinzón) presentaron constante circulación pesada. Hace diez años, AUSA estimaba que unos 200 mil camiones, ómnibus o colectivos circulaban por los barrios del sur porteño.

En Barracas, por su parte el drama se acrecienta en la avenida Iriarte, entre Vélez Sarsfield y Vieytes, incluso a pesar de la presencia de señalética que hace expresa la prohibición del paso.