Ver la ciudad con otros ojos

Utilizando sillas de ruedas, bastones y cochecitos para bebés, estudiantes de la carrera de Geografía junto con un grupo de organizaciones experimentaron cómo es transitar por las calles de Barracas. El relevamiento muestra una gran deuda pendiente: una ciudad accesible para todes.

Ver la ciudad con otros ojos

Para Andrea Grassia caminar por la ciudad supone un estado de alerta permanente. Como persona con discapacidad visual y motriz siente que las calles porteñas no fueron pensadas para personas como ella, y disputa el derecho al disfrute del espacio público para todos por igual: “Se nos dice desde el discurso publicitario del Gobierno de la Ciudad que se van a hacer obras para que les peatones podamos disfrutar la ciudad. Y lo que yo siento, como persona con discapacidad visual y motriz, es que no es un disfrute caminar por la calle, y debería serlo. Sumado a que las plazas y parques tampoco son 100% accesibles, la sensación es que las ciudades están diseñadas para las personas estándar”.

De acuerdo con la Encuesta Anual de Hogares de 2018, el 16% de los hogares de la ciudad cuenta con al menos una persona con discapacidad. ¿Cuán accesible es el distrito más rico del país para estas personas? Esta es la pregunta que orientó el Relevamiento de Accesibilidad Urbana en la Comuna 4, llamado “Ver la ciudad con otros ojos”, organizado por docentes y estudiantes de la carrera de Geografía, el Programa Discapacidad y Accesibilidad y el CIDAC junto con la Fundación Rumbos. Los resultados no dejan lugar a la ambigüedad: encontraron obstáculos para toda persona que circule a pie, sentada en una silla de ruedas, transportada en un cochecito de ruedas o con algún tipo de discapacidad visual en el 95% de las cuadras.

Los obstáculos, que encontraron en las 29 cuadras relevadas durante el 2021, estaban asociados a distintas causas: el 34% se derivan de obras realizadas por servicios públicos, el 33% causadas por los frentistas (arreglos de veredas, pendientes para entradas de autos, etc.) y el 48% provocadas por las raíces de los árboles. “Se entiende como obstáculo a todo aquello que irrumpe la cadena de accesibilidad”, explica Nora Lucioni, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras que llevó adelante el relevamiento: baldosas rotas, alisados de cemento, tapas expuestas, elementos sobresalientes, pendientes pronunciadas, desniveles entre frentistas, son algunos ejemplos.

En el 95% de las cuadras relevadas se encontraron obstáculos para toda persona que circule a pie, sentada en una silla de ruedas, en un cochecito de ruedas o con algún tipo de discapacidad visual. 

Además de veredas, también se relevó el estado de los vados: de los 14 relevados, todos presentaron algún tipo de problema a causa de diferencias en el desnivel, déficit en la señalización, canaletas pegadas o roturas perimetrales. En múltiples vados coexistían hasta cuatro de estas problemáticas.

Para María Rodríguez Romero de la Fundación Rumbos la alianza con la universidad trae alivio. Ya en 2017 la Fundación se había encargado de realizar relevamientos similares en las Comunas 5, 6 y 13. “La selección de esas comunas responde a que el Gobierno de la Ciudad había realizado grandes anuncios de que esas comunas eran 100% accesibles'', explica. “Fuimos a ver qué pasaba y nos dimos cuenta que había un montón de problemas”. Ahora la experiencia se replicó durante la pandemia en la Comuna 4, donde está asentado el CIDAC. En un primer relevamiento, realizado en noviembre de 2021, se incluyó la manzana conformada por Suárez, Lafayette, Miravé y Monasterio, así como la avenida Vélez Sarsfield y Amancio Alcorta. El segundo relevamiento, realizado este año, incluyó Monasterio hasta el Hospital Muñiz.

Las principales normas que regulan la accesibilidad para todas las personas son la ley nacional 24.314 de “Accesibilidad de personas con movilidad reducida”, sancionada en 1994, que establece “la supresión de barreras físicas en los ámbitos urbanos arquitectónicos”. En el ámbito local, la Ley CABA Nº 5902 de 2017 regula “la construcción, mantenimiento, reparación y reconstrucción de las veredas y/o aceras”, las cuales “deben estar adaptadas a las necesidades de los peatones de la Ciudad”. Para ello, designa como autoridad pertinente al Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. En esta misma ley se establece que “la construcción, mantenimiento, reparación y/o reconstrucción de cordones o franjas divisorias que bordeen la calzada, vados y rampas para personas con movilidad reducida es competencia exclusiva del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y deberá ejecutarse en concordancia con las normas relativas a la accesibilidad física para todos”.

Para el relevamiento, la Fundación Rumbos proveyó sillas de ruedas, y además se obtuvieron bastones y carritos de bebés. Personas en situación de discapacidad participaron en la elaboración del relevamiento, pero el recorrido fue desarrollado por los y las estudiantes de la carrera de Geografía. “Esta experiencia remite a que se pongan en la piel del otro, al reclamo colectivo, a salir del problema individual, y a entender que si queremos cambiar la cuestión es necesario el compromiso”, sostiene Lucioni.

Los resultados fueron presentados al Consejo Consultivo de la Comuna 4 el miércoles 6 de julio en El Templete de Parque Patricios. El informe completo podrá leerse en la página del CIDAC, donde además se podrá observar el mapa interactivo con los obstáculos relevados.