Educar en igualdad

En junio, abrió la Escuela Popular de Formación en Géneros “Elisa Vilte” en La Boca. El proyecto se propone sensibilizar y formar en salud sexual y reproductiva, prevención de las violencias, economía feminista y derechos humanos.

Educar en igualdad

La propuesta surgió del trabajo conjunto entre Memoria de Mujeres AC, la Asociación Civil Economía Social Presente de La Boca y la Cooperativa Agroindustrial de Paraná, Entre Ríos. El proyecto fue seleccionado en el marco del Programa Escuelas Populares en Formación en Género y Diversidad “Macachas y Remedios”, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y ahora se hará realidad en La Boca y en Paraná. En estos dos territorios se estará desarrollando la Escuela Popular de Formación en Géneros “Elisa Vilte” para un total de 100 mujeres y disidencias, y 50 niñes y adolescentes, para quienes contemplan actividades especiales.

Serán 8 encuentros presenciales, cada 15 días, y algunos encuentros virtuales. Así el curso completará un total de 40 horas de formación a lo largo de 4 meses. El proceso de formación contará con la acreditación del Ministerio y se llevará a cabo con la metodología de la educación popular, ya que buscan apelar a una construcción colectiva para generar y fortalecer las redes de base.

Sandra Mansilla, presidenta de Memoria de Mujeres de formación docente, cuenta que desde la organización durante más de 20 años vienen trabajando con las demandas de las mujeres y disidencias desde la educación popular, siempre atravesadas por la perspectiva de género. La pandemia cambió el panorama, modificó las prácticas y acentuó muchas de las problemáticas ya existentes. “Durante los primeros meses del 2020 participamos de una multisectorial de mujeres y disidencias y logramos tener algunas entrevistas con ministerios como organización de mujeres. Luego el Ministerio abrió tres programas, entre los que estaban el de la Escuela y enseguida subimos nuestra propuesta. A fin de año del 2021 nos confirmaron la participación”, agrega. Los dos programas restantes, Acompañar y Producir apuntan a fortalecer la independencia económica de mujeres emprendedoras, como estrategia de erradicación de las violencias.

La propuesta será inaugural, no hay antecedentes en el barrio de La Boca de una escuela similar. “Será un desafío sostener la escuela en el barrio, pero decidimos hacerlo porque vemos que hay muchos derechos vulnerados. El tema de las infancias y de los pibes acá en La Boca es una deuda muy grande. Y si la infancia está vulnerada, todo lo demás está super vulnerado”, explica Sandra sobre la elección de que la Escuela funcione allí, aunque la convocatoria es abierta y pueden acercarse desde otros barrios.

El material y el contenido temático será el mismo en ambos territorios, nucleado en ocho módulos que se alinearon a partir de un programa estándar que bajó desde el Ministerio. Las unidades hablarán sobre los movimientos feministas, la perspectiva de cuidados, economía feminista, salud mental, salud sexual y reproductiva, sexismo y estereotipos de género, leyes y derechos, trata de personas, mujeres migrantes e identidades. Además, contarán con invitadas especialistas o referentes del eje temático, para reforzar los vínculos y apoyarse “en compañeras que están realizando un trabajo valiosísimo”.

No hay antecedentes de una escuela similar en La Boca: “Será un desafío, pero decidimos hacerlo porque vemos que hay muchos derechos vulnerados”.

También el nombre que llevará la escuela será especial. Le rendirán homenaje a Elisa Vilte, una compañera jujeña, indígena, representante de la asamblea kolla, parte de Memoria de Mujeres que falleció en 2021. Sandra la recuerda como una gran sabia que les enseñó sobre cómo resistir, sobre la importancia de la interseccionalidad en los movimientos. Y dice que el legado que les dejó es “esa visión que tenía del tiempo amplío y de la paciencia para construir. La importancia de pasar la posta, esto empieza en una y va pasando a las demás”.

-¿Por qué pensás que es tan importante que sea en clave popular?

-Sabemos que lo específico de la formación en prevención de las violencias no es algo donde la gente viene a especializarse, sino que es algo que sirve para la vida cotidiana, es transversal a todos los ámbitos. Al ser una escuela popular la forma de trabajo es diferente. Es una formación que parte más desde las realidades, que apunta a tener una incidencia sobre eso. No solamente un relevamiento o una lectura, sino también ver la salida, hacer la demanda. La educación popular es el arcoiris de todas las voces. Yo pasé por todos los ámbitos, pero siempre vuelvo a la base y al territorio. Siento que el tiempo que invertí en poner el cuerpo en estas propuestas para mí tiene más resultado, es gratificante ver que algo cambia, porque se parte de la realidad. Rita Segato lo nombra como la comunalidad, la comunidad organizada es el punto de partida y quizás sea el punto de llegada. Esos macro proyectos globales que supuestamente son para todos, nunca llegan a la base. Entonces la comunidad tiene que aprender a organizarse y estar atenta al que está más cerca. Tenemos que hacer una propuesta superadora.