Justicia por Lorena Franco

A un año de su muerte, familia y amigues reclaman al Poder Judicial que investigue qué pasó aquel 3 de febrero en la casa de Dock Sud donde Lorena terminó con un tercio de su cuerpo quemado. Sospechan que su ex marido, el único testigo, la prendió fuego.

Justicia por Lorena Franco

Lorena Franco, de 41 años, murió el 22 de febrero del 2021 con un tercio de su cuerpo quemado luego de estar 19 días internada en terapia intensiva. Era licenciada en Seguridad e Higiene, trabajaba en una empresa petrolera y bailaba en la murga Los Amantes de La Boca. La causa judicial se inició como suicidio por la declaración de su pareja y padre de sus dos hijos, Carlos Daniel Basualdo, con quien vivía en Dock Sud: el único testigo de lo que sucedió la noche en que Lorena quedó gravemente herida. A más de un año, el caso se investiga como “averiguación de causal de muerte” en la UFI Nº2 de Avellaneda, sin ningún imputado. La familia de Lorena y sus compañeres de trabajo desconfían de la inocencia de Basualdo: “En la petrolera era vox populi que Lorena vivía violencia de género. Nadie creyó la versión del suicidio. Lorena está muerta, no puede hablar. La versión de Basualdo prevalece en una justicia vaga, misógina y machista”, explica Fernanda Franco, hermana de Lorena, a Sur Capitalino.

Aquel 3 de febrero Basualdo llevó a Lorena al Hospital Fiorito y la familia fue informada 24 horas después, cuando la trasladaron a la clínica Figueroa Paredes en La Matanza y ya estaba inconsciente sin poder contar lo que pasó. “La justicia no investiga el femicidio ni provee las pruebas”.

-¿En qué fallaron las instituciones para esclarecer el caso?

-Lorena murió quemada y Basualdo nos cambió la versión varias veces. La comisaría 1ra de Avellaneda incumplió con la Ley Micaela cuando recibió la denuncia por suicidio, la guardó en un cajón, no tomaron hisopado de las manos de Basualdo y no fueron al domicilio, que fue limpiado. El hospital Figueroa Paredes nunca nos dejó entrar a verla, no nos daban los partes a pedido de él. La fiscalía tardó dos meses en capturar los celulares y un año en abrirlos. Nuestra abogada pidió la reconstrucción en la vivienda y la fiscalía sigue como el 22 de febrero del 2021, sin tomar las medidas de prueba. Ellos simplemente ven a Basualdo como un partícipe necesario.

-¿Cómo se sostiene la versión de Basualdo?
-Él dijo que nosotros no éramos su familia, que no nos preocupamos por ella. Eso no es real porque yo la amaba, solo que era difícil estar cerca de ella porque él generaba conflicto entre las dos. Quería que yo sintiera la misma culpa que él le hacía sentir a ella de manera continua. Mi hermana fue mi compañera de vida entre la infancia y la adolescencia hasta que él llegó y se empeñó en romper el vínculo. Nunca pudo ni conmigo ni con mi mamá a pesar de que siempre él nos humillaba como familia. 

“Nadie creyó la versión del suicidio. Lorena está muerta, no puede hablar. La versión de Basualdo prevalece en una justicia vaga, misógina y machista”

-¿Qué le reclaman a la fiscalía?

-Nosotros pedimos que se investigue con el protocolo internacional, al cual Argentina adhiere, por el que cualquier mujer que muera en situación violenta la causa debe ser investigada como feminicidio. Queremos que la justicia tome las medidas de prueba con celeridad y que digan a la familia qué pasó. Yo no voy a parar hasta que me expliquen lo que pasó. Agradezco ser una mujer de lucha y se las voy a ganar por cansancio. Mueren pibas todos los días, las mandan al cajón del olvido. Pero Lorena tiene a su hermana que la va a seguir reclamando. No hay un solo día que no la extrañe.