De tal tronco, tal barrio

Marcelo Weissel es arqueólogo y asegura que La Boca es el barrio más sustentable de la Ciudad. Por eso lo eligió para celebrar durante todo un mes el Día Internacional de los Bosques y la Madera. Desde el Museo Arqueológico del barrio convocaron a caminatas, talleres y charlas en los que quedó al descubierto esa relación entre La Boca y la madera. 

De tal tronco, tal barrio

Los barcos y sus mascarones de proa. Los conventillos y sus cáscaras de colores. Postes, remos, puertas, escaleras y balcones. La Boca sienta las bases de su identidad sobre madera firme. Por eso, con motivo del Día Internacional de los Bosques y la Madera, el Museo Arqueológico de La Boca lanzó una iniciativa para difundir, durante todo el mes de marzo, el patrimonio botánico de este borde porteño. El arqueólogo Marcelo Weissel conversó con Sur Capitalino sobre lo que llama “el barrio más sustentable de la Ciudad”.

— ¿Por qué el Mes de la Madera?

— El Mes de la Madera es una iniciativa del Museo Arqueológico de La Boca para conmemorar el Día Internacional de la Madera y de los Bosques, declarado por las Naciones Unidas en el año 2013 por pedido de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), para conservar y generar mayor conciencia del manejo forestal y de la vegetación. Luego de muchos años de investigaciones y de trabajo con elementos de madera en el barrio de La Boca, decidimos hacer un mes para poner en conciencia esto. También es el Mes de la Madera porque tenemos un barco entero de madera que está enterrado, un barco arqueológico de más de 300 años (refiere la embarcación española de fines del siglo XVII, descubierta en Puerto Madero en diciembre de 2008 y llevada a Barraca Peña), y para tratarlo también necesitamos mucha inversión. Por lo tanto, necesitamos que la gente conozca más sobre la madera. La madera de los barcos, de los conventillos, de las esculturas y de los mascarones de proa, todo eso hace al Mes de la Madera.

— ¿Cuál es el vínculo que une a la madera con el barrio de La Boca?

La descarga de madera en el puerto ha sido una constante. La madera, el puerto, la navegación y las casillas forman parte de la identidad del barrio de La Boca. Y esa identidad está plasmada en su historia y en su presente. La cantidad de casas de madera recubiertas en chapa que existen en el barrio responde a que se trata de un tipo de casa fácil de construir en lugares donde el suelo no es portante, donde no se pueden construir casas más pesadas porque se hunden. Estas casas fueron hechas como las casas del Tigre, adaptadas al ambiente, un ambiente ribereño en el que la sudestada inundaba todo menos al piso de la casa. En el marco de la Ley 2240 de Emergencia Urbanística Ambiental del barrio de La Boca queremos destacar y preservar la materialidad de las viviendas del barrio, porque aquí muchos proyectos han conservado la escala humana, los patios y la tipología de vivienda multifamiliar, sin que se necesite que sea un edificio con ascensor y todo eso.

— ¿Qué relación existe entre madera y sustentabilidad y qué puede aportar o enseñar el barrio de La Boca al respecto?

Si bien la sustentabilidad ambiental aplicada a la economía es algo bastante reciente, La Boca se construyó con madera, que es un recurso renovable que no deja huella de carbono. En su construcción, el barrio de La Boca fue el que más aportó a reducir la huella de carbono en la Ciudad de Buenos Aires. Ese patrimonio botánico que hoy está en La Boca representa un aporte para la sustentabilidad. Por otra parte, en La Boca hay madera añejada, guardada y que viene de todas las partes del mundo: parte de la historia de los bosques del mundo está hoy en el barrio.

La Boca fue construida por carpinteros de ribera, calafateros, gente que sabía trabajar con la madera. Eso es lo que nos encontramos nosotros como arqueólogos, sus herramientas.

— Con el Museo Arqueológico de La Boca tuvieron un mes muy activo en el que hicieron casi una actividad por día, ¿qué sensaciones les queda después de esa experiencia?

Lo que más disfrutamos en el Mes de la Madera fue encontrarnos con carpinteros. La Boca fue construida por carpinteros de ribera, calafateros, gente que sabía trabajar con la madera. Eso es lo que nos encontramos nosotros como arqueólogos: herramientas de los viejos carpinteros y carpinterías que ya no están en uso. Se cree que cada vez hay menos carpinterías, pero después uno se encuentra con muchas, algunas especializadas. Un día, recorriendo una zona de Caminito que se llama El Paraíso nos encontramos con un carpintero trabajando en las barandas de la escalera. Así que eso fue muy divertido porque Ezequiel, que tiene su carpintería en Brandsen y Brown, estaba muy orgulloso trabajando ahí y en el Mes de la Madera.

— Si una tarde de domingo otoñal quisiéramos darnos una idea del patrimonio botánico del barrio, ¿qué lugar podríamos conocer o recorrer?

La principal recomendación sería el Parque de Flora Nativa Benito Quinquela Martín, que tiene 25 quimbos. Son árboles gigantes, de treinta metros de altura, todos de flora nativa. Y ahí nomás está el Parque Lezama, también para recorrer. Luego hay sectores en la Ribera, que han sido arbolados nuevamente. La Plaza Matheu, la Plaza Brown, la Plaza Solís son los primeros espacios públicos de La Boca. Pero si quieren recorrer y ver algo de flora nativa, hay que ir al Quinquela.