Monumento histórico nac…

Desde hace casi 5 años, el Parque Pereyra y la Basílica del Sagrado Corazón, ubicados en Barracas, esperan que la Comisión Nacional de Monumentos de Lugares y de Bienes Históricos culmine el proceso que reconoce su valor patrimonial. En 2017 el plenario votó la declaración, pero nunca se convirtió en ley.

Monumento histórico nac…

Los especialistas coinciden en el notable valor histórico y patrimonial del Parque Leonardo Pereyra y de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, construidos y diseñados hace más de un siglo en Barracas. De hecho, el 10 de mayo de 2017 un plenario de vocales de la Comisión Nacional de Monumentos (CNMLyBH) resolvió declarar al parque como Monumento Histórico Nacional al igual que a las construcciones religiosas a las que enmarca. Sin embargo, desde entonces la declaración se congeló y no siguió los pasos burocráticos necesarios para que se haga realidad: en casi 5 años no se convirtió en decreto ni en ley. ¿Qué lo frenó? Nadie sabe.  

Una hipótesis es que el Gobierno porteño le haya bajado el pulgar o haya puesto algún obstáculo para definir el área de amortiguación. Se trata de un punto imprescindible para completar la preservación del parque ya que establece un área que reduce el impacto que el funcionamiento habitual de la ciudad puede producir sobre el espacio histórico. Y aunque la declaración de Monumento Histórico es del ámbito nacional, el área de amortiguación debe discutirse con el gobierno local, en este caso el porteño.

Donde sí se logró dar un paso importante es en la Comuna 4 cuyos miembros de Junta decidieron en diciembre pasado declarar al parque y a las construcciones religiosas como Bienes de Interés Comunal, a propuesta de la Comisión de Patrimonio Urbano del Consejo Consultivo.

La posibilidad de ser declarados Monumentos Históricos a nivel nacional surgió en 2016 cuando la CNMLyBH creó un Proyecto que apunta a proteger parques y plazas diseñados y/o intervenidos por el paisajista Carlos Thays. Se propusieron 18 espacios verdes distribuidos en todo el país y uno de ellos fue el Parque Leonardo Pereyra. También era parte de esa lista el Parque de los Patricios, pero su incorporación fue descartada dada las enormes alteraciones sufridas, básicamente, por las obras que realizó la actual gestión del Gobierno de la ciudad. Así, el único de la zona sur de nuestra ciudad cuya declaratoria fue aprobada es el Parque Leonardo Pereyra.

Para asesorar sobre el valor histórico y patrimonial del parque de Barracas, la Comisión convocó a la licenciada María Rosa Gamondès. La especialista ubicó sus orígenes en las últimas décadas del siglo XIX cuando el parque y las construcciones religiosas fueron concebidos por Leonardo Higinio Pereyra como punto neurálgico del nuevo barrio que habría de crearse en las que fueron sus tierras en Barracas. Pereyra murió a fines del siglo sin concretarlo, pero sus herederos siguieron su camino: la iglesia, el seminario y el colegio se erigieron entre 1904 y 1908. Por sus importantes dimensiones, la iglesia fue declarada Basílica décadas después.

En diciembre pasado, la Junta de la Comuna 4 declaró al parque y a las construcciones religiosas como Bienes de Interés Comunal, a propuesta del Consejo Consultivo.

En relación al parque, la especialista relató que los herederos de Pereyra donaron las tierras y el espacio fue diseñado y parquizado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. El diseño original fue trazado por Carlos Thays en 1908, mientras era Director de Parques y Paseos. Su proyecto apuntaba a que el espacio verde destacara la presencia de los monumentales edificios que lo enfrentan. Es por eso que tomó la forma de una “C” que los envuelve (la plaza en que hoy funciona el Polideportivo y el centro de Salud forma parte de su trazado original). Su inauguración fue en 1920 bajo el nombre de Parque Pereyra.

Tanto el parque de 60 mil metros cuadrados como los edificios fueron concebidos como punto social central de un barrio que creció en su entorno. Un barrio obrero, donde las viviendas convivieron con talleres y fábricas. Hasta hoy se conservan numerosos conjuntos de valor patrimonial como el barrio Monseñor Espinosa, el edificio Pioneros de Rochdale, la Colonia Sola y la Estación Sola, donde funcionaron talleres de construcción y reparación del ferrocarril y epicentros de una importantísima huelga en 1896.

Actualmente el parque se mantiene cercano a sus raíces gracias a que en 2008 la organización Basta de Demoler y la Fundación Ciudad intervinieron a tiempo cuando el Gobierno porteño comenzó una obra que violentaba las lógicas de Thays. Hoy continúan en pie su calesita, su lago y su arbolado con gran variedad de especies que imitan un paisaje natural, evitando por ejemplo las líneas rectas. Otros elementos se perdieron, como la baranda del puente o los copones alrededor del lago, pero podrían reponerse a partir de la información documental (como planos y fotografías) que aún se conserva. 

“Desarrollar el sur tiene que implicar, primera y principalmente, reconocer la historia, la identidad y necesidades de quienes aquí habitamos. La decisión de la Comisión con respecto a la declaratoria de Parque Leonardo Pereyra y los edificios del Sagrado Corazón de Barracas reviste un gran orgullo para la gente de nuestro sur capitalino y, también, un compromiso ciudadano para salvar del olvido nuestros bienes patrimoniales”, considera María Rosa. Por eso, para continuar protegiéndolo y preservándolo de acciones que lo modifiquen es necesario que la CNMLyBH avance y concrete su declaración.