El proyecto pretende aprovechar las ventajas que ofrecen los tranvías para mejorar la seguridad vial y la optimización del espacio público con bajísimos niveles de contaminación. En coincidencia con las nuevas tendencias de movilidad en el mundo, el Centro de Estudios de Transporte del Área Metropolitana (CETAM) responsable del estudio, se posiciona desde una perspectiva ecológicamente sustentable.

El plan prevé tres ramales para el nuevo tranvía. El "troncal", cuyo recorrido uniría la estación Constitución y  Plaza Italia. El ramal Sur, que tendría un circuito con eje en el Parque Lezama, la avenida Montes de Oca y Patricios, entre Barracas y La Boca, para conectar con Plaza Constitución.  Por el norte, el tercer ramal partiría de Plaza Italia hasta Ciudad Universitaria pasando por avenidas como Udaondo y Del Libertador. 

Además de aliviar la congestión del transporte público de centros de transferencia, el proyecto se presenta como una alternativa a la demorada ejecución de la Línea F y con un costo seis veces menor.

Según datos del Ministerio de Transporte de la Nación, la cantidad de pasajeros que utilizan el  subte disminuyó en un 10 por ciento luego de la pandemia de coronavirus. "En concordancia con estos nuevos hábitos, entendimos que un medio de transporte en superficie sustentable y de bajo impacto en el tránsito sería una opción más viable y efectiva para suplir al proyecto de la línea F, que, aunque es ley, nunca fue realizado", explicó a Página 12 Martín Blas Orduna, director del Cetam.
Inspirado en la Diagonal de Barcelona, el estudio analizó que se trata del modelo tranviario más adaptable para la ciudad de Buenos Aires. “Su puesta en funcionamiento sería en etapas, hasta llegar a la interconexión total del recorrido. El trayecto completo entre las cabeceras se recorrería en aproximadamente en media hora y el tranvía podría transportar hasta unos 100 mil pasajeros por día”, detalló Orduna.

La construcción de la Línea F comenzó a analizarse hace más de 20 años y se incluyó en la ley 670, votada por la Legislatura en 2001.  Luego de catorce licitaciones postergadas, en mayo del año pasado, el Gobierno porteño anunció que daría de baja la licitación y que los estudios de factibilidad serían realizados la empresa Subterráneos de Buenos Aires (SBASE). Recién a finales de 2023 y principios de 2024 podría haber certezas sobre las obras a seguir, pero la empresa adelantó que analizan un tramo más corto que el original y Barracas quedaría excluida de la nueva proyección.